'Tiempo de destrucción', la novela más enigmática de la literatura española
Luis Martín-Santos murió en un accidente cuando la estaba preparando y ahora sus hijos publican una nueva edición con Galaxia Gutenberg, un retrato de una generación que se enfrentó al franquismo
Durante años Luis Martín-Santos fue escritor que no pudo ser. Su primera y gran novela, Tiempo de silencio, cambió para siempre la literatura española. Ese retrato, con visos de Baroja, Joyce, Sartre y Camus, retrató los males de una generación condenada a vivir y crecer bajo el yugo y las flechas del fascismo de la dictadura. Tiempo de silencio debía ser solo el principio de una carrera literaria que podría darnos al mejor escritor en español en mucho tiempo. No pudo ser. La mala suerte se entrometió. Un accediente de coche acabó con el gran escritor, pero además dejó a dos niños huérfanos, Rocío y Luis Martín-Santos Laffon. Los dos hermanos acaban de presentar una edición de Tiempo de construcción, la novela que estaba terminando de escribir su padre cuando murió.
Galaxia Gutenberg, con Mauricio Jalón como editor, acaba de publicar esta nueva edición. De Tiempo de destrucción ya se publicó una versión en 1975, el año de la muerte de Franco. Un año en el que según Jalón, no interesaba tanto la novela. Fue Juan Carlos Mainer el encargado. Pasó desapercibida, a pesar de ser mucho más compleja que Tiempo de silencio. "La historia de Tiempo de destrucción da para un musical", ha bromeado Luis Martín-Santos sobre las peripecias del manuscrito que dejó su padre al morir y que han querido recuperar tantos años después. "Hacer una nueva edición de Tiempo de destrucción era una asignatura pendiente desde hace muchas décadas pero los buenos vinos se hacen esperar", añadía.
"Creo más bien que se debe a que en ese momento la literatura empieza a perder protagonismo en la literatura española, en favor de la política y la historia. Un libro no tiene la culpa de eclipsar a otro, lo cierto es que esa edición no fue hecha en el momento más oportuno o vio la luz en el momento más conveniente para alcanzar a un público más amplio", decía el editor.
Tanto el Jalón como los herederos han negado que Tiempo de silencio eclipsara a la novela posterior. El éxito de su primera novela fue brutal, logró ser traducida a más de veinte idiomas y cuya lectura ha sido obligatoria durante muchos años en los institutos. "Esta obra se publicó once años después del fallecimiento de mi padre y nosotros éramos unos niños, estábamos en shock. Había una Leyenda Negra en torno a la novela y, ahora en la distancia, hemos hecho un trabajo con casi 1.000 folios. Esto termina de disipar todas las dudas", ha señalado uno de los hijos del escritor, Luis Martín-Santos. "Realmente, recogimos esta herencia cuando éramos muy pequeños, queríamos vivir nuestras vidas y es ahora cuando ya podemos dedicar todo el tiempo y nuestra experiencia y vivencias para llevar a cabo la recuperación que la obra de mi padre merece", ha afirmado Rocío Martín-Santos.
Al igual que en Tiempo de silencio un joven se abre camino en la España de los años cincuenta. La novela aborda las primeras aventuras vitales y el quiebro brusco de Agustín, otro antihéroe como el protagonista investigador de la anterior novela. Es un aspirante a juez que tiene que investigar el crimen de un sereno durante el carnaval de Tolosa, y este drama oscuro termina por imponerse en su existencia, pues, a través de densos interrogatorios, va desentrañando las sórdidas vidas enredadas de los dueños de la fábrica y sus empleados. Cuatro partes de una novela que bebe de Joyce y en la que Martín Santos puso todo su empeño. Martín-Santos trató primero de hacer un fresco familiar a partir de la memoria para luego pasar a la novela negra e incluso en la última parte jugar con una escritura a modo de Joyce.
La idea era hacer accesible esta novela al gran público. Un libro que usa un lenguaje complejo. El editor ha ampliado a cuatro las tradicionales tres partes y también ha cambiado algo en la numeración de los capítulos que ahora está acompañada por una palabra que la describe. "Los capítulos se pueden leer de forma autónoma, como episodios", decía su hijo en la presentación en la Librería Alberti de Madrid. Es la primera de las presentaciones, ya que también la Biblioteca Nacional acogerá un encuentro con los herederos de Martín-Santos.
Contaba su hijo que llevan muchos años buceando entre el material que recopiló Pepa Rezola, prometida del escritor, que quedó viudo de la madre de sus hijos en el 63, un año antes de la gran desgracia. Ella tenía el material original y ella se empeñó en que su legado fuera reconocido. Transcribió los manuscritos inéditos a máquina con ayuda del cineasta Mario Camus, amigo del escritor y quien había prometido hacer una versión cinematográfica de la novela durante un viaje entre Barcelona a San Sebastián juntos buscando localizaciones. Carlos Barral se comprometió a publicarla, pero perdió su editorial, según han relatado y finalmente fue Mainer quién se encargó. Por todo esto, decía el hijo, estamos ante la novela enigma de la literatura española, tal y como la calificaban sus hijos. Es una obra póstuma de un escritor que estaba en su mejor momento cuando falleció el 21 de enero de 1964.
Cnsiderado durante décadas autor de una única obra, solo recientemente se han recuperado textos perdidos o inéditos, como El amanecer podrido y Condenada belleza del mundo. Pero es esta nueva publicación de Tiempo de destrucción la que hace justicia a la figura del autor, perseguido por la censura, encarcelado en varias ocasiones por su afiliación durante la dictadura al PSOE, y condenado por la mala suerte. "Estamos ante un acontecimiento literario", decía Mauricio Jalón, el editor. En 2024 se celebrará el centenario del escritor y sus herederos no han confirmado, pero tampoco desmentido si habrá más textos inéditos.
Pepa Blanes
Es jefa de Cultura de la Cadena SER. Licenciada en Periodismo por la UCM y Máster en Análisis Sociocultural...