A pesar de la escalada de precios, el consumidor en España sigue siendo "conformista"

Hacer la compra cada día es más caro. Eso es lo que se infiere del dato que publicó el Instituto Nacional de Estadística (INE) el pasado martes. Según este informe, los productos de alimentación subieron durante el pasado mes de enero un 4,8% más con respecto a enero de 2021. Aunque en el desglose, si se analiza producto por producto que más se han encarecido destaca lo que el INE clasifica como "otros aceites comestibles" (37,9%) -principalmente el aceite de girasol- y el aceite de oliva (30,1%). El tercer comestible de la lista cuyo precio ha subido más es la pasta (20%), aunque bastante menos que los óleos. De hecho, para encontrar un incremento tan grande del aceite de oliva, debemos mirar los datos de agosto de 2015, cuando el coste aumentó en un 30,2%.

Y esta tendencia alcista preocupa a las asociaciones de consumidores especialmente ante la pasividad o el "conformismo" a la hora de de comprar. "No suelo comparar los precios". "Siempre compro la misma marca". "Prefiero siempre el mismo producto". Estas son algunas de las sensaciones de los que acuden regularmente al supermercado. Y es que a pesar de que reconocen una "subida en los precios importante en los últimos meses", la mayoría confiesa que no le gusta variar. "Estas épocas [de inflación] deben llevar a que nos replanteemos los hábitos de consumo, señala el secretario general de Facua, Rubén Sánchez. Además, el responsable del organismo ha señalado el perfil "relajado" del consumidor en España. "No se trata de comprar menos", matiza. En España existe un perfil de consumidor conformista, demasiado relajado. Lo esencial a la hora de comprar es, en estas circunstancias, no decantarse por las marcas que se adquieren normalmente porque sí. Hay que comparar los precios, zanja el portavoz de Facua.

Pero además de los factores climáticos -como la cosecha-, detrás de esta inflación hay muchas explicaciones, tal y como destaca el director de la Asociación Nacional de Industriales Envasadores y Refinadores de Aceites Comestibles (Anierac), Primitivo Fernández. "La subida tiene que ver en gran medida a los precios que vienen de origen, sostiene Fernández". Aunque añade, que intervienen otros factores como "la energía, el transporte y otros elemento básicos para su embotellamiento, que han subido de una manera más que notable", afirma el director de la patronal de embotelladoras de aceite.

Las costumbres de los consumidores cambian, a pesar de que los precios sí, y más si tenemos en cuenta que el aceite es uno de los productos más consumidos por los hogares españoles. Según un informe de la agencia Statista, en España, en 2020, se consumieron más de 200 millones de kilos.