Retirados 25 nidos de procesionaria en una ofensiva que pretende limpiar más de un centenar de bolsas de seda contabilizadas en el parque del Temple

Plaga de la procesionaria / Ayuntamiento de Banyeres

Ponferrada
Los bomberos han iniciado una importante ofensiva contra la plaga de procesionarias que se ha detectado en los parques públicos ponferradinos, una acción que ha comenzado en el parque del Temple en donde se tienen controlados más de 100 nidos, de los que 25 han sido ya eliminados.
El servicio de Parques y Jardines, adscrito a la Concejalía de Sostenibilidad Medioambiental, ha colocado protecciones de barrera en pinos de ese parque para evitar que las orugas bajen a tierra y puedan infectar a personas y animales de compañía que frecuentan el parque.
Además, se está poniendo en práctica un novedoso tratamiento de "endoterapia vegetal arbórea", una técnica para el control de plagas y enfermedades consistente en la aplicación de un método terapéutico de tratamientos fitosanitarios de plantas leñosas y palmáceas que a base de la inyección del producto fitosanitario directamente en el sistema vascular de la planta. La endoterapia vegetal destaca, respecto a los tradicionales tratamientos aéreos, por la ausencia de pulverizaciones o aspersiones de productos químicos que contaminan el medio ambiente, suelos y aguas, así como por ser totalmente inocua para la salud de las personas y animales, pudiéndose aplicar a cualquier hora del día. Además, al aplicar a cada plaga y especie unos estrictos protocolos de actuación, asegura una mayor eficacia y un mejor resultado final minimizando los daños potenciales a la planta sobre la que se actúa y a la fauna asociada a ella. Los operarios del Servicio de Parques y Jardines van a aplicar este tratamiento en zonas y especies sensibles, tales como los pinos del parque del Temple, para controlar y erradicar en su caso la procesionaria; los tilos de la ciudad para luchar con el pulgón y los ácaros; los arces y el pulgón que los ataca; los plátanos, atacados por el tigre del plátano (Corythuca ciliata); los robles y el pulgón; y las encinas y la cochinilla.
"NO TOCAR":
Es importante que las personas no toquen los nidos ni se acerquen a ellos, ya que los pelos de las orugas caen constantemente mientras estas se encuentran los árboles y, por supuesto, los nidos están repletos de pelos tóxicos. Dichos pelos de la oruga son urticantes al contacto con la piel, por lo que producen reacciones alérgicas, y suponen un riesgo para la salud, ya que impulsan la irritación de la piel en forma de sarpullido o erupción que puede aparecer en los brazos, las piernas, el cuello o el torso y puede durar varias semanas. También puede provocar conjuntivitis y problemas respiratorios.
"Cuidado con las mascotas":
La oruga causa diversas lesiones a los perros. Los síntomas son similares a los de una reacción alérgica. La lengua, el esófago y el estómago se hinchan. En la mayoría de los casos, esto no sucede por la acción rauda de un veterinario, pero la parte de la lengua del animal -u otra zona- que ha tocado una oruga, sufre necrosis. Algunos llegan a perder prácticamente toda la lengua.




