Pablo Casado dará la batalla por mantenerse al frente del PP

Madrid

Casado está dispuesto a dar la batalla por mantener el liderazgo del partido y no entra en sus planes dejar caer a su número dos, Teodoro García Egea. Así lo aseguran en su entorno donde pese a la gravedad de crisis que ha atravesado al PP en las últimas jornadas, afirman que “la mayor parte del poder territorial y orgánico está con Génova”

En los últimos días, los barones habían pedido a Casado tres cosas: cerrar la crisis con Ayuso, la cabeza del secretario general y hacer ambas cosas de manera “inmediata”. Estos querían llegar al lunes con la hemorragia al menos en vías de contención, pero no ha sido así. Casado trató el viernes de apagar el fuego resolviendo favorablemente el expediente a Díaz Ayuso, pero ese cierre en falso no ha bajado la temperatura y la resistencia de Casado a destituir a su número dos ha tensado aún más la cuerda con los presidentes autonómicos. Los barones ven a Casado “atrincherado” y creen “que ha unido su destino al de García Egea”

Pero al menos por el momento, Casado está decidido a no dar ni un paso atrás. “No vamos a ceder a las presiones de editoriales de periódico, ni a manifestaciones cuando estamos hablando de un líder elegido en un congreso por los militantes”

Mientras tanto, varios cargos territoriales siguen buscando forzar un relevo al frente del PP vía congreso extraordinario. El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, al que todos miran, espera sin aclarar de manera definitiva si estaría dispuesto a dar el paso.

Hoy en Málaga, la ex portavoz parlamentaria del PP, Cayetana Álvarez de Toledo se ha sumado a la reclamación. "Si él (Casado) no convoca un congreso extraordinario en un último acto de responsabilidad y dignidad, son los miembros de la junta directiva nacional los que tienen una obligación política y moral con nuestro partido y país de convocarlo para elegir una dirección", ha dicho la ex portavoz parlamentaria.

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No obstante, ese congreso extraordinario necesitaría recibir el apoyo de dos tercios de la junta directiva nacional, mayorías que según Génova, los críticos están “a años luz de alcanzar”.