Alcachofas para la gloria
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La firma de Juan Carlos Camas en Hoy por Hoy Jerez
Jerez de la Frontera
Ayer conocimos, con conmoción y consternación a partes iguales, la triste noticia
del fallecimiento de Faustino Rodríguez Marín, propietario del buque insignia y
referencia de la hostelería de Jerez, “Bar Juanito”.
Hoy Jerez despide a un hombre singular. Se va una persona que con un modo de
ser extraordinariamente particular representa como nadie un modo universal de
entender Jerez. El trato exquisito, educado y al tiempo amable y cercano que
dispensaba a cuantos se acercaban por Pescadería Vieja o nos cruzábamos con él
por cualquier calle o plaza del centro era en sí mismo un modo de presentar Jerez.
A su saber estar unía una característica que solo a los elegidos le es dada: cómo
hacer que los demás gocen de la alegría y el disfrute de vivir.
Exprimir hasta su esencia el instante de disfrutar de una fresca copa de vino fino
bien acompañada del mejor guiso en un entorno cálido, amistoso y sin más
pretensiones que dejar que fluya el tiempo y la conversación. Así me sentía y me
siento cada vez que tengo el honor de ir a “Bar Juanito”.
Se ha marchado el hombre, pero nos ha regalado su legado. A su manera, porque
solo es suya, ha conseguido que su amada ciudad sea recuerdo imborrable para
todos cuantos aquellos que un día visitaron la ciudad quedaran prendados de
Jerez tras la visita a su templo de Pescadería Vieja y al recordarla, la sonrisa
ilumine sus rostros y el anhelo de regresar se convierta en un motivo más para
mantener la ilusión de vivir.
Gracias, amigo Faustino, por todo cuanto nos has dado.




