Cambio de dinámica

El fútbol es un deporte imposible de escrutar. Quizás ese factor es el que lo hace tan interesante, porque aunque haya indicativos que nos hagan pensar lo que puede suceder, no siempre se cumple lo esperado. La sapiencia y experiencia de los profesionales a la hora de tomar decisiones hacen que a la larga te acerques a la victoria, qué duda cabe, pero hay elementos intangibles que decantan las balanzas. Uno de ellos son las dinámicas.

Desde luego que nadie puede probar que los efectos de estas rachas influyan en determinadas acciones de un partido, pero tampoco se pueden negar. El Sanluqueño destituía el pasado lunes a Pedro Buenaventura tras 6 jornadas sin conocer la victoria. Cierto es que el primer tercio de liga fue notable con el técnico sevillano, pero tras un periodo casi de pretemporada con 5 semanas sin competir en el parón navideño, el equipo no mostraba sus señas de identidad y a ello se sumaba la baja de los tres centrales de la plantilla, factores, entre otros, que derivaron en una prolongada mala racha que terminó con el equipo en descenso y transmitiendo malas sensaciones.

La directiva decidió dar un cambio de timón buscando un revulsivo de cara a lograr la permanencia.

Manolo Sanlúcar fue el elegido. El técnico de Bornos siempre ha sido bien visto en El Palmar. No solo por el grato recuerdo que dejó vistiendo la camiseta del Sanluqueño como delantero escurridizo, luchador, con notable calidad técnica y gol, sino por el sello que logró imprimir en otros equipos a los que dirigió, como el Algeciras o el Villanovense. Además, el propio entrenador no puede negar que la idea de dirigir al equipo verdiblanco siempre le atrajo.

Ampliar

Con apenas unos días de entrenamiento, el equipo volvió a ganar 7 jornadas después, en el debut de Sanlúcar en el banquillo del Atleti. Y lo hizo en casa del Sevilla Atlético, remontando a uno de los equipos más en forma de toda la Primera RFEF.

Un partido muy disputado en su primera mitad, con alguna que otra ocasión del equipo rival en la primera parte. La segunda parte se desequilibró con un gol del filial en una jugada en la que Falcón reclamó falta. El Sanluqueño no se amilanó y buscó lo que no había logrado en los cuatro partidos anteriores, marcar. Lo hizo por mediación de Alfonso para igualar la contienda y, no contento con ello, Javi Navarro ponía a falta de un cuarto de hora para el final el 1-2 que, tras aguantar la intentona final del equipo sevillano para neutralizar el marcador, supuso una victoria importantísima que sirve para recuperar sensaciones. Además, se le gana el golaverage a un rival directo.

Pero rebobinemos al asunto de las dinámicas. Si contra la Balompédica Linense el cabezazo de Javi Navarro se fue al palo y se quedó dormitando en la línea para impedir una victoria merecida, el sábado el disparo de Alfonso impacta en el poste y se va para adentro. En el último partido como local, tras unos 20 primeros minutos en los que parecía que el Atleti podía hacer daño al Sabadell, Antonio Navas se lanzó para cortar un peligroso pase dentro del área del Sanluqueño con la mala suerte de enviar el balón al fondo de las mallas de su propia portería. Contra el Sevilla Atlético, el chut de Javi Navarro en el área le sale más centrado de lo que él hubiera deseado, pero un toque en el defensa hace imposible que el meta rival evite el 1-2.

Llámelo dinámica, inercia o como usted prefiera. Pero desde luego se antoja conveniente aprovechar las olas buenas y parece que el Sanluqueño se subió a una de ellas en Sevilla. Ahora tiene la oportunidad de seguir haciendo camino en dos importantes citas esta semana. Ante el Atlético Baleares el miércoles y el domingo contra el Algeciras, ambas en El Palmar. Suerte y acierto a Manolo Sanlúcar y sus pupilos. A por ello.