Constancia y trabajo duro
La firma de Pedro Marchante
Pedro Marchante / radio jerez
El 27 de octubre del pasado año, un error suyo, y un cable que está donde no debe estar, le costaban al Xerez el pase a las semifinales de la Copa RFAF y, por ende, el acceso a la Copa de SM el Rey y un cruce con un equipo de Primera División. Era la segunda ocasión en la que un error grosero suyo le hacía perder un partido importante a su equipo.
Cualquiera se hubiera hundido, habría agachado la cabeza y habría asumido que no iba a jugar más en lo que restase de temporada, ya que los errores de los porteros son imperdonables y difícilmente olvidables por la grada y por los entrenadores. Pero el bueno de Marc supo asumir su error, seguir peleando y trabajando duro en cada entreno para estar listo si llegaba la ocasión de demostrar el tipo de persona que era y el gran portero que es.
Y su oportunidad llegó, por desgracia, por la lesión de Satoca que estaba jugando a un alto nivel cuando cayó lesionado ante el Recreativo de Huelva. Desde entonces, Marc Vito ha sabido aprovechar su oportunidad y ha acallado todas las críticas vertidas contra él. Y lo ha hecho como debe hacerse, a base de trabajo y hablando en el campo, que es donde tienen que hablar los futbolistas.
En los últimos partidos, Marc se ha mostrado como lo es, un enorme portero, con unos reflejos de gato y con unas espaldas bien anchas para cargar con lo que se le venga encima. Sigue jugando con los pies y haciéndolo bien, a pesar de que sus dos errores más graves han venido de esa manera. Ante el Utrera, el egarense se volvió a salir y volvió a dar los tres puntos a su equipo, pues, sin sus paradas, de nada habría servido el gol de Borja, otro al que le gusta hablar en el campo y que trabaja a destajo.
Trabajo, sacrificio y esfuerzo constante, a pesar de las dificultades, a pesar de los problemas, son el secreto del éxito, y no hablo ahora de fútbol, sino de la vida misma. Vivimos unos tiempos en los que la cultura del esfuerzo y el sacrificio parece no estar de moda. Las aulas están llenas de chavales que son incapaces de esforzarse lo más mínimo y que están acostumbrados a tirar la toalla a poco que el camino empieza a empinarse y requerir un esfuerzo extra. Otros, sin embargo, se esfuerzan por ofrecer la mejor versión de ellos mismos, que de eso es de lo que se trata.
Hay que buscar la excelencia, no para ser el mejor, sino para dar todo lo que uno lleva dentro, así se consiguen los objetivos.
Marc Vito está dando muestras de todo lo anterior, de no tenerle miedo al fracaso ni al esfuerzo y de que tiene muchas ganas de hacer algo grande en el fútbol. Es joven, tiene la capacidad y el talento necesarios para llegar a ser un profesional del fútbol y está en un equipo que, pese a muchos, es un escaparate magnífico. Ojalá siga dándonos muchas alegrías y celebremos sus paradas tanto como los goles de sus compañeros. De aquí a final de temporada, vamos a necesitar del talento y del esfuerzo de todos.