En lucha contra el alzhéimer: Que los que olvidan no se sientan olvidados

Aranda de Duero

Vivimos en una sociedad diversa, quizás últimamente más egoísta, aunque siempre hay seres que nos aportan luz. Asociaciones y colectivos que hacen fácil lo difícil. Hoy en La Ventana hemos hablado de una enfermedad compleja de sobrellevar, tanto para el enfermo como sobre todo para su entorno: el alzhéimer. Este es un tipo de demencia que causa problemas con la memoria, el pensamiento y el comportamiento. Sus síntomas se generan lentamente y empeoran con el tiempo, hasta que su gravedad interfiere con el día a día de quien lo padece y quien le rodea. Este lunes hemos conocido la labor de una de las muchas asociaciones que integrada por profesionales y voluntarios, hacen del día a día mucho más llevadero y humano. Hablamos de AFAR, la Asociación que se encarga de estos enfermos en Aranda de Duero y su comarca y que mensualmente atienden a más de 80 personas en sus diversos servicios: ayuda especializada a domicilio, centro de día, programas de detección precoz y Unidad de Memoria, entre otros aspectos. Gema Arranz es su directora.

Una enfermedad cruel

"El alzhéimer es muy duro. La gente llega a la asociación y nos dice que hubieran preferido cualquier otra enfermedad, pero esto no se elige. Es una enfermedad devastadora, no solo por la implicación que tiene con las personas afectadas sino también por el impacto que supone para las familias; es un cambio de vida, y por ello es una enfermedad cruel, porque nos obliga a reajustes continuos. Al principio no lo sabes asociar, no sabes qué es, si es una depresión, que la persona se está volviendo rara... Hasta que se llega al diagnóstico se pasan momentos complejos. Y cuando se encaja lo que supone, nos requiere estar en evolución", asevera Arranz.

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¿Da avisos?

"Sí, normalmente se cuece a fuego lento. Desde que se empieza a tener la primera sintomatología pasa tiempo. Se puede confundir con otra cosa, pero da aviso. Hablamos de pérdida de memoria inmediata, pero también cambios de conducta, que nos pueden confundir. Por qué una persona está más huraña, susceptible, alejada", expresa.

¿Hay forma de revertirlo o paralizarlo?

"No, lamentablemente. Se sigue investigando pero todos los tratamientos que hay son paliativos y ayudan a minimizar los efectos de la enfermedad. Ahora el tratamiento es combinado, apuesta por control del entorno, tratamiento farmacológico y aspectos cognitivos; es decir, que la persona tenga una vida activa", apostilla la directora de AFAR.

"Los pacientes se escapaban en la pandemia"

"El covid ha sido complicado de sobrellevar para ellos. Ha sido una época durísima especialmente para los afectados y las familias, que son los que sufren en sus carnes la situación. Racionalmente nosotros podíamos entender que nos teníamos que quedar en casa, pero a una persona que tiene el hábito de salir a la calle y que a los 20 o 30 segundos se les ha olvidado lo que les has dicho no. Hay pacientes por ejemplo que tienen la sensación por ejemplo de seguir trabajando y que se quieren ir. La mascarilla es algo que tienen ahí pero que no muchas personas terminan de entender. Hay que tratarles de explicar lo que es y más con los gestos que con las palabras", explica Arranz.

¿Qué necesidades tienen y qué les falta?

"Necesitamos unas instalaciones adaptadas. En Las Francesas nos adaptamos y recientemente reformamos pero se nos hace limitado, porque hay muchos afectados en la comarca y no hay recursos suficientes para atenderlas. Necesitamos un centro nuevo, lo llevamos demandando mucho pero se nos hace necesario", sentencia.

Y es que los enfermos de alzhéimer habrán olvidado quiénes son, pero sus familias saben quiénes han sido, y quiénes han de seguir siendo. Que los que olvidan nunca se sientan olvidados.