Erasmus rurales: la UA oferta 60 plazas para hacer prácticas en zonas en riesgo de despoblación
Se trata de las iniciativas UA-Rural y Programa Campus Rural
Nuria Grané, delegada de la rectora para el Centro de Empleo de la UA, en Hoy por Hoy Alicante
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Alicante
Combatir la despoblación en zonas rurales y facilitar la inserción laboral de los estudiantes universitarios son los objetivos que buscan estos dos programas en los que participa la Universidad de Alicante, a través del Vicerrectorado de Estudiantes y Empleabilidad.
Ambos programas, UA-Rural y Campus Rural, comparten estos objetivos. El primero de ellos cumple en la actualidad su segunda edición y contempla la concesión de 50 becas para que los estudiantes puedan realizar dos meses de prácticas en ayuntamientos, empresas o instituciones de municipios con menos de 5.000 habitantes.
Los requisitos son que el estudiante tenga más de 150 créditos. Las estancias las pueden llevar a cabo entre el 1 de junio y el 30 de septiembre, aunque el plazo se puede prolongar hasta el 31 de diciembre de 2022. Se les pide que sean estancias presenciales, residiendo a no menos de 20 kilómetros del lugar de trabajo. A cambio, reciben 1.000 euros brutos al mes. Los estudiantes interesados pueden presentar sus propuestas antes del 28 de febrero.
La profesora Nuria Grané, delegada de la rectora para el Centro de Empleo de la UA, destaca que estas prácticas y estancias formativas abarcan tareas muy variadas. En el caso del programa Campus Rural contemplan trabajos que van desde el diseño y la traducción de páginas web hasta el cálculo y validación estructural de cimentaciones especiales para instalaciones flotantes solares que lleva a cabo una empresa de Beneixama. Pero también incluye proyectos de concienciación ambiental, de recogida de residuos o de divulgación científica.
Esta segunda iniciativa, es un plan piloto que impulsa la Conferencia de Rectores de Universidades Españolas (CRUE) en colaboración con los ministerios de Transición Ecológica y de Universidades. En este caso, las prácticas son de tres meses: a realizar entre el 1 de junio y el 30 de septiembre y también requieren que los estudiantes residan en la población.
Grané añade que estas prácticas contribuyen a que la universidad participe en las tareas de dinamización económica y social del entorno rural.