Los trabajadores de Santa Bárbara denuncian en Sevilla el cierre de la fábrica si se llevan la producción a Asturias

Sevilla

Medio millar de personas, entre trabajadores de Santa Bárbara y familiares, han unido hoy sus voces en la capital para reclamar que la producción de los blindados 8x8 para el Ejército de Tierra no se traslade a la fábrica asturiana de Trubia. Se trata de un contrato de dos mil millones de euros adjudicado a esta empresa, que la semana pasada dio marcha atrás en su intención de despedir a 21 trabajadores de la planta sevillana después de que la ministra de Defensa, Margarita Robles, acusara a esta compañía de "falta de lealtad" y amenazara con revisar el contrato al estar vinculado con el mantenimiento del empleo.

La manifestación ha salido esta mañana, a las diez y media, de la antigua Fábrica de Artillería y, con cánticos y sirenas, ha recorrido diferentes calles de Sevilla como el puente de San Bernardo, Menéndez Pelayo y el Prado de San Sebastián, hasta llegar a la Subdelegación del Gobierno, donde el subdelegado Carlos Toscano se ha comprometido a mediar para que el comité de empresa pueda reunirse con el Ministerio de Defensa.

Pese al anuncio de readmisión de los trabajadores despedidos de la planta de Alcalá de Guadaíra, la empresa mantiene su plan de que Sevilla se limite desde 2023 al mantenimiento y logística. Para los trabajadores esto supone el cierre de esta factoría que han tratado de escenificar tirando de un ataúd con el que auguran la muerte de esta industria sevillana.

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Esta movilización se ha organizado en la segunda jornada de huelga de esta plantilla que, según el comité de empresa, ha sido secundada de forma mayoritaria. Su presidente, Carlos Tercero, asegura que los despedidos aún no han sido readmitidos ni saben en que condiciones van a regresar.