Preocupante situación del vacuno extensivo en la provincia de Cádiz

Algeciras

La Agrupación de Defensa Sanitaria Ganadera en la provincia de Cádiz ha hecho público un informe remitido a las administraciones responsables, tanto a nivel autonómico como estatal, donde ponen de manifiesto los serios problemas a los que deben hacer frente. El presidente de la Agrupación, Francisco Fernández Blanco comenta que "el vacuno en la provincia de Cádiz en cuanto a ganadería extensiva se refiere ha sido el referente de la misma y también una de sus señas de identidad, pero desgraciadamente llevamos muchos años perdiendo cabaña. Así, según los datos de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible, el censo total de Bovinos entre el 2.010 y el 2.020 se ha reducido en unos 69.500 animales, o lo que es los mismo un 34,5 % aproximadamente". Sobre el descenso de vacas nodrizas el informe dictamina que: "En lo que al número de vacas nodrizas se refiere, existen datos desde 2.014, así pues, entre 2.014 y en 2.020 el censo ha descendido en más de 6.000 vacas, algo más del 9 % de reducción, quedando el censo en 61.500 vacas, además, viendo el último censo de novillas publicado solo podemos esperar que esta tendencia se mantenga ya que el mismo se ha visto reducido en un 14,5 % en nuestra provincia".

En el informe se alude también al efecto causado como consecuencia de la pandemia de Covid-19 que ha provocado una importante reducción de ingresos en el sector. "Si 2.019 no fue un buen año para el sector, el inicio de la pandemia hizo que los precios de los terneros cayeran aun más, en el caso de los machos un 8,5 % y en el de las hembras un 11,3 %, con valores medios de 582 € en el caso de los machos y 416 € en el caso de las hembras, valores medios de 500 € por animal inferiores a los valores que percibían los ganaderos en los años 90. El 2.021 que comenzó mejor y parecía el de la recuperación, como consecuencia del incremento de los precios de los piensos, como veremos más adelante, hizo que esta no fuera posible. Pese a ello, las hembras alcanzaron precios similares a los anteriores a la pandemia, 473 €, pero no los machos, que se quedaron por debajo de los mismos en 592 €, con lo que el valor medio fue de 530 €, muy alejado todavía de los precios alcanzado en el último año con precios razonables, 2.018, con valores medios que rondaron los 600 €".

"Por todo ello - muestra el informe - un ganadero medio con 100 vacas y un 70 % de fertilidad que comercialice 70 terneros, en 2.019 dejo de ingresar 3.220 €, en 2.020 fueron 7.000 € y en 2.021 unos 5.600 €, con lo cual, en tres años ha dejado de ingresar un total de 15.820 €.

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Pero la pandemia además ha afectado a los precios de los suministros. "El incremento del valor de las materias primas ha provocado una fuerte subida de los piensos, que indirectamente ha evitado la recuperación de los precios de los pasteros, y directamente un incremento notable de nuestros costes de producción. Al cierre de 2.021, el valor del pienso se ha visto incrementado en torno a un 40 %, así pues, ese mismo ganadero medio de 100 vacas que suplemente a las mismas con 3 kg. de tacos, como es habitual al principio de campaña hasta que dispone de hierba suficiente para no tener que hacerlo, esta campaña solo por lo que supone el incremento del valor del pienso gasta 18 € más diariamente, o lo que es lo mismo unos 550 € mensuales, es decir, pierde un ternero todos los meses solo por el incremento del coste del pienso. Igual podríamos decir de los forrajes, tanto el heno como la paja también se ha visto incrementados en un 40 % y ha día de hoy se teme que se agoten en el mercado y no puedan suministrarse".

En el informe se muestra como otro de los gastos que los ganaderos han visto incrementado en esta campaña es el de la siembra de comida para el ganado, "la subida de las semillas, los abonos y el gasoil agrícola han elevado los gastos por hectárea de unos 220 € a unos 400 €, lo que supone un 80 % mas, un ganadero medio que siembre unas 50 has, tendrá que asumir un gasto extra de unos 9.000 €. Además el aumento del precio del hierro y el aluminio también supone otro incremento de nuestros costes de producción".

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Pero no solo se han visto reducidos los ingresos e incrementados los gastos, el informe muestra también como afectan los recortes de las ayudas PAC (Política Agrícola Común). donde las ayudas se han visto reducidas en los cinco últimos años en un 15%. "En este sentido destacar que según publica el Ministerio de Agricultura en el informe que detallan las cuentas de resultados y la comparativa gráfica de los mismos correspondientes al ejercicio económico de 2020 de las granjas típicas de vaca nodriza pertenecientes a la Red Técnico-Económica de Granjas Típicas (REDES TECO-RENGRATI), en el cual se incluye una explotación de la provincia, el mismo refleja la absoluta dependencia de las ayudas que tiene el sector, sin la cuales, como recoge el citado informe, la citada explotación perdería 77 € por cada 100 kgs producidos".

Pero a toda esta situación hay que añadirle el estado de sequía extrema que estamos padeciendo y que afecta a este sector. "A las lluvias tempranas de mediados de septiembre que hicieron salir la “otoñada”, le siguió un mes de octubre muy seco con una mínima precipitación en los últimos días del mes, cuando ya casi toda la “otoñada” se había perdido. Continuó noviembre con algo más lluvia aunque también insuficiente, para no volver a llover hasta las lluvias torrenciales de finales de diciembre, la cual prácticamente acabó en los arroyos sin que el suelo fuera capaz de retenerla. Por último, el mes de enero ha pasado sin apenas caer una gota de agua, siendo uno de los meses de enero más secos que se recuerda. Por tanto, nuestros animales no se han podido alimentar de los recursos propios de nuestro modelo extensivo, y están teniendo que ser suplementados desde la salida del verano, cuando en condiciones normales a partir del mes de octubre o noviembre tienen recursos suficientes para poder alimentarse de ellos".

El informe explica muy fácilmente como afecta a la ganadería extensiva con una simple regla de tres: "Si volvemos al ganadero tipo de 100 vacas de tener que suplementar al ganado 2 meses con costes de esa ración en torno a 1 €, ya va por 5 meses a prácticamente 1,5 €, con lo cual de gastar 6.000 € ha pasado a gastar 22.500 €, casi cuadriplicar el gasto, o lo que es lo mismo de los 70 terneros que tendrá a lo largo del año ya se ha gastado el valor de 41 de ellos. Además con la perspectiva actual de un mes de febrero también seco, que podría condicionar una ya de por si previsible mala primavera por la pérdida inicial de la otoñada y la escasez de lluvias, lo que va a ocasionar la ruina de muchos de ellos".

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En las conclusiones del informe se recoge la situación crítica del sector vacuno de carne extensivo en la provincia de Cádiz, en la actualidad "y muy preocupante de cara al futuro, con censos descendentes que muestran claramente la baja rentabilidad de la actividad y la escasez de las ayudas que nos permitan mantener una renta digna. Esto está impidiendo el relevo generacional, está limitando la posibilidad de crear empleos directos y resulta evidente que también afectará a muchos empleos indirectos, de multitud de profesionales y empresas que prestan servicios o suministran nuestras explotaciones. Si no hay empleo porque cese la actividad, habrá despoblamiento de los pueblos muchos de ellos en los que a ganadería extensiva es un sector muy importante".

La ADSG, en este informe, lamenta que siendo ellos responsables del cuidado y conservación de los espacios naturales, no reciban nada a cambio de ello. "Conservamos 234.000 has de espacios protegidos de la provincia, algo más del 30 % de la superficie total de la misma, por lo que nos resulta incomprensible que no se valore dicha actividad y que no se sea consciente de los efectos que nuestra desaparición provocaría en los mismos. En este sentido, incidir en que la ganadería extensiva aprovecha una serie de recursos naturales que de otro modo se desperdicia, consumen pastos, controlan el matorral y es capaz de aprovechar frutos y residuos forestales, transformándolos además en carne, y con todo ello, previene el riesgo de incendios forestales. También esta actividad abona el suelo, con lo que mejora su fertilidad y con ello la biodiversidad tanto de especies vegetales como de animales, lo cual, contribuye a cubrir mejor el suelo con lo que se evita su erosión y mejora la retención de agua que recarga los acuíferos, siendo nuestro consumo de agua prácticamente del 100 % de agua verde".

Dentro de esas misma conclusiones los ganaderos destacan el alto valor ecológico de sus superficies herbáceas que contribuyen notablemente en el secuestro de carbono de la atmósfera lo que ayuda a combatir la contaminación, el valor económico del Servicio Público que prestan como sumidero de carbono, puede suponer una aportación económica al Estado de 150-200 euros por hectárea al año, según estudios publicados por la UCO".

En conclusión, en un momento como el actual el sector necesita ayuda para poder subsistir, "la cual está más que justificada por todo lo que aporta a la economía, al medio ambiente, al turismo, a la cultura,…, en general a la sociedad, de otro modo asistiremos a una lenta desaparición como en los años anteriores o a una rápida que será lo previsible tras un año como el que estamos sufriendo".