Un autobús de Mensajeros de la Paz recorrerá València para dar a las personas sin hogar servicios de higiene y peluquería

València

Dos asientos de autobús reciben a los usuarios a la entrada, pero esa es la única similitud con un autocar al uso, porque el 'HigieneBus' por dentro es prácticamente un salón de belleza. Está equipado con dos sillones de peluquería situados frente a un espejo, una cama, un pequeño baño con ducha e incluso una cocina.

Este particular autobús pertenece a la asociación Mensajeros de la Paz y, gracias a un acuerdo de colaboración con el Ayuntamiento de València, va a ofrecer servicios de higiene, peluquería o dentista a algunas de las personas sin hogar de la ciudad.

Según el Padre Ángel, fundador de la entidad, esperan poder atender hasta un máximo de 30 personas al día. "Para muchas de ellas será la primera vez que alguien venga a cortarles el pelo. Porque hay muchas personas que no solo quieren un bocadillo para comer, también quieren estar guapos y limpios" ha asegurado.

Al frente del volante del autobús habrá trece conductores voluntarios de la Empresa Municipal de Transportes (EMT), factor que ha destacado el alcalde Joan Ribó, "un ejemplo de solidaridad que dice mucho de la empresa" considera.

El papel del Ayuntamiento en la iniciativa va a estar focalizado sobre todo en garantizar el mantenimiento, tanto del servicio como de las rutas.

Por su parte, la concejala de Servicios Sociales, Isabel Lozano, ha dado la bienvenida a la propuesta, "que nace de la colaboración con las entidades del sector social de la ciudad".

Mensajeros de la Paz participa junto al consistorio en el censo de personas sin techo y ahora ven esta iniciativa "con muy buenos ojos" pues se crean sinergias "para conseguir una ciudad más justa, con más derechos". La asociación ya ofrece un servicio como este en Asturias y Madrid, en València arrancará después de Fallas.

"Lo que ha dicho el Papa Francisco es lo que va a misa, hay que pedir perdón"

El Padre Ángel también se ha manifestado sobre la decisión de la Conferencia Episcopal de encargar a un despacho de abogados una auditoría independiente sobre los abusos sexuales a menores. "Yo tengo siempre el mismo criterio que es el del Papa Francisco. Hay que pedir perdón, hay que avergonzarse y hay que reparar" ha sentenciado.