Y Gabriel se llevó la camiseta de Aubameyang

València

Bordalás centró su discurso ayer en sala de prensa, hablando en líneas generales, en tres ideas. Uno: el Barça, como proyecto, está a años luz del Valencia. Dos: al equipo no le da para ser competitivo y no es capaz de solucionar sus problemas defensivos crónicos desde la quinta jornada. Y tres: sin intensidad, sin apretar, sin morir en el campo, no hay nada que hacer.

Del punto uno les hablamos todas las semanas. Estarán aburridos de nosotros porque llevamos desde el verano de 2019 contándoles que Peter Lim se ha cargado esto. El punto dos es responsabilidad, sobre todo, del entrenador. Suyo es el trabajo y la obligación de que el Valencia defienda mejor.

El punto tres ya es más un asunto de jugadores. Y por ahí fue especialmente dolorosa la imagen de uno de los capitanes, Gabriel Paulista, pidiendo la camiseta y sonriendo con Aubameyang nada más acabar el partido. En un club normal, hoy sería llamado al orden. Hay que dar otra imagen. Sobre todo, siendo capitán.