Mientras continúa la guerra civil en el seno del PP, cuyo futuro apunta a que terminará con la salida de Pablo Casado, las dudas sobre el contrato firmado por la comunidad de Madrid con el hermano de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, continúan sin aclararse. De esta forma, Ayuso ha vuelto a denunciar el acoso que, según señala, ha sufrido su familia en los últimos días. «Pido a las televisiones que no graben en el colegio de mis sobrinas. El acoso no puede llegar tan lejos», ha dicho a través de su cuenta de Twitter. A esta publicación le han sucedido varias respuestas, entre ellas la de una expresidenta madrileña con peso en el PP, Esperanza Aguirre, quien ha señalado que «es intolerable». Además, el que fuera vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, también ha respondido, mencionando que él vivió episodios parecidos y «mucho más graves». Así, Iglesias ha señalado: «Por desgracia hay jueces que entienden que eso no es acoso. Ni tampoco lo que ocurrió con nuestros hijos que fue mucho más grave. Aunque a lo mejor siendo del PP tienes más suerte que nosotros en los tribunales». Tras la publicación de ese tuit, la presidenta madrileña ha recibido numerosas respuestas en las que le recriminaban haber guardado silencio cuando se publicó la dirección del domicilio de la familia de Pablo Iglesias e Irene Montero, cuando centenares de personas se concentraban para acosar incluso a sus hijos. Sin embargo, la propia Ayuso ha respondido a uno de los tuits en este sentido mencionando una publicación suya de 2018, donde señalaba: «No se puede señalar la casa de nadie por muy en desacuerdo que se esté y aunque ellos mismos lo hayan hecho tantas veces antes con jueces, políticos, militares, guardias civiles, policías, periodistas, profesores, empresarios... El fin no justifica los medios».