Ramón Marí, alcalde de Albal: "Ojalá la multa sirva para que desaparezca la prostitución no de las rotondas de Albal, sino de todas las rotondas"

Valencia

Ocurrió a finales de enero, lo contaba el alcalde de Albal, Ramón Marí: El putero insatisfecho que pretendía denunciar a la mujer prostituida.

Desde 2004 en este municipio valenciano, y en otros municipios próximos de la Pista de Silla, se comenzó a multar a puteros y a mujeres prostituidas. Eran sanciones menores que buscaban alejar el problema. Todo al hilo de la muerte a tiros de una chica que se refugió en Albal huyendo de una mafia de Madrid que la explotaba. La medida no sirvió de mucho, reconoce el alcalde, que explica que el vaso de la paciencia se colmó en 2021 cuando fue asesinada otra chica prostituida, Florina.

Decidió entonces aumentar las cuantías de las sanciones a los puteros y las chicas prostituidas pasaron a considerarse víctimas. La Policía Local del municipio fue informándolas una a una de la nueva situación y fruto de ese endurecimiento de las sanciones llegó la que ha provocado este escándalo. Ramón Marí lamenta que su municipio sea noticia por algo así, pero espera que esto sirva como ejemplo para otros municipios y para acabar con la prostitución en Albal y fuera de Albal.