Empieza la guerra económica
El conflicto en Ucrania sigue recrudeciéndose. Tras el reconocimiento de la independencia de las regiones prorrusas de Donestk y Lugansk, tanto la UE como los propios estados avanzan en el diseño de sanciones económicas contra Rusia, una economía pequeña en términos globales y poco integrada en la globalización, cuyas principales áreas productivas son la energía y la alimentación. Lo analizamos con Enrique Ayala y Roberto Scholtes.
Empieza la guerra económica
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Madrid
La tensión en torno a Ucrania sigue escalando y, después de que Rusia reconociera la independencia de las regiones prorrusas de Donetsk y Lugansk, tanto la OTAN como la Unión Europea empiezan a trabajar ya en un escenario donde las sanciones económicas son las protagonistas. Los primeros en mover ficha, antes de esperar a la reacción conjunta, han sido Reino Unido y Alemania. Mientras que, desde el gobierno de Boris Johnson, se han aplicado sanciones a bancos rusos y empresarios rusos cercanos a Vladimir Putin, desde el de Olaf Scholtz, la primera decisión pasa por suspender el Nord Stream 2, el gasoducto que permitiría duplicar los envíos de gas entre Rusia y Alemania. Una línea similar a la que han trazado, conjuntamente, los Estados miembro de la UE, que han establecido sanciones para quienes establezcan relaciones comerciales directas con estas dos zonas de Ucrania, a los diputados de la Duma que hayan apoyado su independencia, reduce la capacidad de acceso del gobierno ruso a los mercados financieros europeos y sanciona a bancos que financien la industria armamentística rusa, entre otras medidas.
"Rusia en los últimos años ha mejorado enormemente en el aspecto económico. Ahora mismo, las reservas generales rusas ascienden a 630.000 millones de dólares -son las cuartas del mundo- y tiene 180.000 millones de un Fondo Nacional de Riquezas. Por hacernos una idea, en 7 años casi lo ha duplicado. En estos últimos años ha hecho un acopio de reservas muy importante. Estas reservas serían suficientes como para dos años y medio de importaciones. Porque las importaciones vienen siendo unos 238-240.000 millones de dólares anuales... o sea que podría resistir" explica en Hora 25 de los Negocios Enrique Ayala, analista de la Fundación Alternativas.
Sanciones que tratan de frenar un conflicto armado que, de desatarse, tendría impacto en dos mercados principales: el de la energía –puesto que Rusia es el segundo exportador de crudo del mundo y el principal mercado emisor de gas con destino a la Unión Europea, que recibe el 40% de su gas natural de este país– y el de la alimentación –ya que solo entre Rusia y Ucrania exportan un 25% del trigo del planeta –. Así pues, pese a que Rusia es una economía pequeña en términos globales y poco integrada en la globalización, lo que hace descartar un impacto global más allá de mercados locales, un conflicto sí podría llegar a anticipar subidas de precio tanto en los combustibles como en la luz todavía este invierno.
De hecho, el petróleo ha seguido hoy conquistando nuevas cotas que no se tocaban desde hace más de siete años, desde septiembre de 2014. Hoy el barril de Brent ha llegado a sobrepasar los 99 dólares, aunque luego ha recortado esos avances, hasta quedarse en el entorno de los 97 dólares lo que supone una subida de un 11% en el último mes, y de un 25% en lo que llevamos de año. E incluso más que el crudo, lo que ha acusado el incremento de las tensiones en Ucrania ha sido el gas natural: el holandés TTF, el de referencia en Europa, se ha disparado hoy de nuevo hasta casi un 10% a lo largo de la sesión hasta superar los 80 euros / Mwh, lo que supone un encarecimiento de más de un 20% desde que comenzó el año. Pese a ello, aún queda muy lejos de los máximos alcanzados a finales de diciembre, cuando el megavatio hora cotizaba en los 180 euros. Incrementos de precios que podrían impulsar al alza a la inflación, lo que haría que los Bancos Centrales anticipasen sus subidas de tipos. Algo que está pasando factura a los mercados.
“Con una energía que va a estar persistentemente cara, lo que es importante tener en cuenta es que la inflación es una comparación interanual de precios, así que a poco que los precios se estabilicen en los próximos meses –el precio del gas natural en Europa ha caído a más de la mitad de su máximo de diciembre– significa que la comparación interanual empezará a ser favorable. La inflación empezará a caer en la segunda parte de este año y la previsión que tenemos es que las tasas interanuales de inflación en los primeros meses de 2023 vuelvan a estar por debajo del 2%” apunta Roberto Scholtes, director de estrategia de UBS España, en Hora 25 de los Negocios.