Coincidiendo con las movilizaciones de la plantilla de Caixabank, esta semana en la SER hemos pulsado a algunos de los clientes que se agolpan en las puertas de las oficinas, guardando su turno. Los trabajadores vienen denunciando saturación y más carga de trabajo, tras la salida de muchos empleados, después de la integración pero los usuarios también están sufriendo incidencias y molestias que les ha llevado a visitar más de una vez sus oficinas.

En una de ellas, en pleno centro de la capital, vemos la imagen habitual; en el interior, muchas personas esperando a ser atendidas, con cita previa y fuera más otras tantas que no han recurrido a la app, pero necesitan realizar alguna gestión.

La gran mayoría reconoce retrasos en la atención, que no achacan a los trabajadores sino a la organización de la entidad. "Vengo a ingresar dinero y hay mucha cola, mañana me cumple la letra, un desastre"; "me han cambiado de cuenta la pensión, no han hecho bien el ajuste", advierte otra señora que matiza que "no me quejo de los empleados, sino de la entidad"; "no atienden en el interior y cuando pides cita por la app, ni me llaman, ni me contestan".

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Desde enero, oficinas a medio gas en muchas poblaciones

En el ámbito rural el panorama es desalentador, hay muchas oficinas que desde el mes de enero, han visto reducido la atención a 1 o 2 días a la semana como es el caso de Torrenueva, Pozuelo de Calatrava o Albaladejo y en los pueblos más pequeños, reciben el servicio "por horas", especialmente en la zona de Montiel, como Puerto Lapice, Alhambra o Carrizosa, también en Fuente el Fresno, Granátula, Torralba o Aldea del Rey. Un ofibús organiza cada día una ruta para garantizar la atención.

Antonio Muñoz ha sido uno de los empleados que se ha visto afectado por la movilidad, tras la integración; de Miguelturra, apenas 3 kms de la capital, donde reside ha sido trasladado a la oficina en Piedrabuena, donde ejerce como director, zona en la que se contabilizan unos 4000 clientes. Asegura que se ha adaptado bien, aunque ha de recorrer 50 kms diarios.

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Asegura que a pesar de la saturación a la que están sometidos, por la carga de trabajo, el personal está siendo muy flexible con la clientela, incluso apoyándoles en los cajeros automáticos, pero el día a día, es complicado. Siempre hay gente esperando en la puerta aguardando su turno, también de vecinos y vecinas de la comarca como Horcajo de Los Montes, Porzuna, El Torno. Él se hace cargo también de la oficina de El Robledo que solo abre 3 días a la semana y confiesa que "es difícil llegar a una atención correcta 100%".

Recordemos que en el conjunto de la región, Caixabank cuenta con 1100 empleados y 353 surcursales.