Marga Prohens, la última en enterarse
Estas dilaciones no solo demuestran irrelevancia, sino que se anotan y se pagan
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
"La línea roja" de Matías Vallés
Los ciudadanos de Balears tenemos fama de que, antes de pronunciarnos sobre un conflicto, nos colocamos en la línea de meta y observamos cuál de los contendientes ha ganado la carrera.
A continuación, nos decantamos por el vencedor, casualmente.
En tal caso, Marga Prohens ha sido más mallorquina que nadie.
Durante seis días, la presidenta del PP balear se ha mantenido ajena al incendio que devoraba a su partido.
Su dependencia orgánica, vital y profesional de Pablo Casado no justificaba un silencio tan explícito y prolongado.
Es verdad que la ausencia de pronunciamiento implica un pronunciamiento en contra del todavía presidente del PP, pero reservarse una carta parece impropio dada la magnitud del empeño.
Alguien podría pensar que, si un día gobierna Balears, también Prohens optará por esconderse si vienen mal dadas.
Cuando se agotaba la jornada de ayer, Prohens apostó finalmente por la salida de Pablo Casado, una gestora y un congreso extraordinario.
Para entonces, ni Casado confiaba ya en la continuidad de Casado.
Marga Prohens ha sido la última en enterarse de la crisis de su partido.
Estas dilaciones no solo demuestran irrelevancia, sino que se anotan y se pagan.
Recuérdelo cuando le pregunten por qué hace casi 25 años que ningún presidente del Gobierno nombra a un ministro de Balears.




