Mensaje en una botella
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
La firma de Francisco Benavent en Hoy por Hoy Jerez
Jerez de la Frontera
Leo una definición en una revista cultural, de esas que no lee casi nadie, pero que aún se editan en papel. "Soy una agotadora de emociones". Lo dice una mujer importante del teatro español, Helena Pimenta. Agitadora de emociones es una definición sin género y valdría para definir a un hombre o una mujer, una persona importante. En menos de 3 días, y por distintos acontecimientos, dos personas me merecen esa definición. Faustino, así sin apellido, se ha ido de este mundo. Un agitador de emociones; de las más básicas para la vida y para el deleite: la comida y la bebida. Su manera de hablar, su guasa jerezana, su risa escandalosa, su mirada por encima de sus gafas. Faustino. Juanito. El segundo agitador, Manuel Alejandro. Emociones de las que llenan esos momentos mágicos de nuestra vida: la música. Musitaremos sus melodías y repetiremos sus estribillos sin saber que son suyas. Desde el amor y el desamor. Hoy es más jerezano, es más gaditano y es más andaluz. Y es que la felicidad está en aquel que encuentra la verdad un día.




