No hay gloria sin sufrimiento
Victoria amarilla en el duelo aplazado de la 13ª jornada disputado este miércoles en el pabellón de San Andrés. Dos puntos de oro en las aspiraciones de permanencia para la siguiente fase. Al descanso los ribereños parecía que dejaban el choque visto para sentencia (10-18) Pero la reanudación propició la remontada soriana que llegó a empatar (27-27) Finalmente, los de Mariano Ortega resolvieron por 28-29 dos puntos de oro antes de viajar a Zarautz este sábado
La afición ribereña aplaudió a los suyos tras el sufrimiento final
Aranda de Duero
Victoria del Tubos Aranda ante un rival directo por la permanencia. El duelo aplazado correspondiente a la 13ª jornada disputado este miércoles en el pabellón de San Andrés arma de moral a los amarillos. Dos puntos de oro en las aspiraciones para la siguiente fase, pero sobre todo destacó la forma de ganar. Contundencia de los de Mariano Ortega en la primera parte y sufrimiento en la reanudación, increíble. Treinta minutos casi perfectos que parecía sentenciar el choque al descanso (10-18) Pero hubo que abonarse a aquello de no hay gloria sin sufrimiento con el agónico 28-29.
Rozando la perfección
El Villa de Aranda comenzó mandando en el marcador con un trallazo marca de la casa de Elustondo. Mandaría la igualdad hasta que los de Mariano Ortega lograron abrir brecha. Minuto 10, 4-6. Tiempo muerto solicitado por Jordi Lluelles a los 14 minutos de encuentro con amplia ventaja ribereña (5-9)
Pero la brecha seguía ampliándose merced a un juego casi inmaculado que respondía a uno de los pilares fundamentales en la reacción de los amarillos desde la llegada de Mariano Ortega, la defensa. En apenas 25 minutos el equipo tan solo había recibido nueve tantos en contra. Fundamental. Apareció de nuevo Magnol bajo palos lo que unido a la clarividencia de ideas en ataque propició la máxima renta de un encuentro que comenzaba a teñirse de color vino -en honor a la 2ª equipación del Villa en Soria- (9-16) Con absoluto dominio en el marcador 10-18 se llegaría al tiempo de descanso, dejando casi sentenciado el choque.
Treinta minutos por delante para confirmar el buen primer tiempo en el 40x20 soriano. Con la misión casi cumplida, la importancia de seguir sumando minutos de calidad era capital en la segunda parte. Apenas se notó el tránsito por los vestuarios y la escuadra amarilla mantuvo su ritmo aplastante. A los diez minutos, 15-23.
Con todo sorprendió la ausencia de Fran Fortuna en la convocatoria, en un duelo que hubiera servido de mucho para el almeriense en su crecimiento en el pivote, que con la ausencia de Pablo Herranz tuvo a Megías (4 goles) y Marcos en sus puntales. Solo los errores podían complicar el choque para los intereses ribereños. Y llegaron. El 20-25 obligó a Ortega a parar el duelo y rectificar. Y no funcionó y llegó la caraja olvidada desde hace semanas. Soria recortó hasta los cuatro goles (21-25) Javi Domingo dio oxígeno a diez minutos para el final (21-26) Tiempo para ser valientes y hacer deberes en los minutos decisivos. Y paró Luis de Vega. Otro balón de oxígeno celebrado de intensidad por el cerca de centenar de aficionados arandinos en las gradas del San Andrés. 22-27.
Afortunado susto incompleto
Y lo increíble puso el susto en el cuerpo de los ribereños. Reacción extraordinaria de Soria para mandar el duelo a un inesperado (25-27) que propició el tiempo de muerto de Mariano Ortega. Soria se empeñó en que hubiera partido aferrándose a la impensable, la victoria. Gol de los de Lluelles para el 26-27. El partido en un suspiro. Y empató Soria, 27-27. Así, todo se convirtió en un partido para valientes y para despejar otra incógnita con Ortega en el banquillo, los finales de partido. Gol de Elustondo (27-28) Empató Soria. Y un canterano mostró su valía, Alberto González para el 28-29. Y con polémica. Acción finalizada de Soria y los colegiados dieron tiempo muerto a Soria. Paró Magnol y se cerró un choque que nadie esperaba se cerrada de tal forma. Dos puntos de oro para el Tubos Aranda antes de viajar a Zarautz.
