De Extremadura a Álava: "Estoy muy agradecido de que mis padres eligieran esta tierra para crecer"
Músicos sin Fronteras organiza un concierto homenaje a los trabajadores y trabajadoras que llegaron a Vitoria y Álava desde Extremadura en busca de una nueva vida y contribuyeron a su desarrollo

Homenaje a la comunidad extremeña en Vitoria
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Vitoria
"Esto es un reconocimiento a toda la gente que vino a trabajar, que se deslomó completamente. Recordamos, por ejemplo, el 3 de Marzo; murió gente extremeña que luchó por unas condiciones mejores para el trabajo, para que todos los trabajadores tuvieran capacidad de salir adelante". José Antonio Gilete, presidente del Hogar Extremeño en Vitoria agradece que Músicos Sin Fronteras haya pensado en su centro para representar a la comunidad extremeña vitoriana y alavesa en el homenaje musical que la ONG ha preparado junto a la Banda Municipal y el dúo La Barca, entre otros, y que se celebra este viernes en el Conservatorio Jesús Guridi, a partir de las 8 de la tarde.
Ya hace tiempo que Músicos Sin Fronteras tiene relación con Extremadura, cuenta Jesús María Alegría 'Pinttu', su presidente, y este es un momento propicio -asegura- para realizar un acto especial, que quede para siempre en la memoria y que permita un encuentro alrededor de la cultura, de la emoción; un evento para subrayar el papel que han jugado las gentes extremeñas en el progreso de nuestro territorio.
No fue fácil. Fue duro emigrar del campo a la ciudad. Acostumbrarse al trabajo en las factorías, a los nuevos paisajes y paisanajes, a los nuevos colegios e incluso a un nuevo vocabulario. Fueron tiempos de compartir una pequeña vivienda entre varias familias. Cocina de carbón. Uso por turnos.
Funcionaba mucho el boca a boca y la promesa de unas mejores condiciones laborales atraía a decenas y decenas de personas del mismo pueblo a las tierras del norte. Hubo quien no pudo con la nostalgia y volvió al sur, pero la mayoría poco a poco fue adaptándose, mezclándose y echando raíces.
"El buey de donde pace, no de donde nace", dice Antonio, que llegó a Vitoria con su maleta llena de aperos de labranza. Adela se siente "extremeña por los cuatro costados", agradecida a su ciudad de adopción y en la que han nacido sus hijos pero asegura que "lo que tenemos ha sido por el sudor de nuestra frente". "Mi orgullo es pertenecer a Extremadura, pero esto no es un demérito para Euskadi -asegura José Antonio- porque Euskadi me lo ha dado todo. Estoy muy agradecido de que mis padres eligieran esta tierra para crecer". Más que un 'corazón partío' lo de estas personas es un corazón repartido.
El Hogar Extremeño de Vitoria llegó a tener más de 400 familias asociadas. Hoy son muchas menos, y desde la junta directiva animan a originarios de su tierra y de cualquier lugar a participar en su comunidad. En el grupo folclórico 'El limón', que participará en el concierto de este viernes, bailan dos argentinos; Verónica no se explica aún cómo ha terminado en Vitoria aprendiendo danzas extremeñas. Lo que sí sabe es que lo disfruta, y mucho.
Las entradas para el acto de homenaje se pueden compar en la sede del Hogar Extremeño en Zaramaga, en la calle Vicente Manterola, 1.




