Expectación ante el comienzo del juicio contra el acusado de secuestrar a su pareja en San Martín de Rubiales
Comenzará este viernes en la Audiencia Provincial de Valladolid con la petición de 18 años de cárcel para el exmilitar de origen búlgaro al que la Fiscalía imputa múltiples delictos, desde la detención ilegal hasta el maltrato habitual
Ribera del Duero
La Audiencia Provincial de Valladolid celebrará este viernes 25 de febrero el juicio contra el ex militar de origen búlgaro que el pasado verano mantuvo en vilo a la comarca por el secuestro de su expareja, ambos residentes en San Martín de Rubiales. La fiscalía pide para él una pena de 18 años de cárcel por la presunta comisión de varios delitos como detención ilegal, maltrato habitual, lesiones, amenazas, coacciones y acoso.
Tal y como les fuimos contando día a día a mediados de julio del pasado año, la desaparición de un avecina de esta localidad ribereña tras una discusión pública con su expareja que se la llevó por la fuerza de su trabajo como declaró algún testigo, desató un amplio operativo de búsqueda por parte de las fuerzas de seguridad, que desplegaron todo tipo de medios, terrestres y aéreos para tratar de localizar a la víctima y su presunto captor. Al tercer día agentes de la Guardia Civil dieron con ambos en una zona boscosa del municipio vallisoletano de Corrales de Duero, entre el límite de la provincia de Burgos y la localidad de Peñafiel.
Tal y como informa Europa Press en el banquillo también se sentarán otras tres personas para los que el Ministerio público solicita cuatro años y diez meses de privación de libertad, al considerarle implicados en el delito de detención ilegal. El fiscal del caso solicita al principal acusado que indemnice a la víctima con 50 euros por las lesiones y con otros 3.000 por daño moral, cantidad esta última que, en caso de condena, deberían también abonarle los otros tres acusados de forma conjunta y solidaria.
El relato de los hechos por los que la fiscalía solicita estas condenas culminan con el secuestro de la víctima, una mujer de 45 años, por parte de su entonces pareja, de 53, tras la ruptura de la relación acordada por ella ante las amenazas de muerte y maltrato físico que, según el testimonio de la mujer, comenzaron desde el momento en que empezaron a compartir ambos vivienda en 2018 en la localidad de San Martín de Rubiales.
La relación se deterioró gravemente, en especial desde marzo de 2021, cuando el encausado comenzó a mostrar una clara actitud de dominación sobre ella, a la que, siempre según el escrito del fiscal, no dejaba salir sola a la calle y en repetidas ocasiones le decía que la iba a matar, como durante el episodio ocurrido el 12 de junio de 2021 cuando ella asistió al cumpleaños de una amiga.
La situación llegó a tal punto que la mujer se fue a vivir finalmente a casa de su empleadora en un pueblo de Valladolid, circunstancia que su expareja no aceptó, a tenor de las insistentes llamadas telefónicas para que volviera a casa, llamadas que no dieron sus frutos. Incluso en ese mes de junio, la mujer acudió a su antigua vivienda acompañada de otras dos personas para recoger sus pertenencias y el acusado llegó a encerrarles en casa a los tres con el fin de tratar de convencer a su exnovia para continuar la relación.
Dado que no lograba su propósito, el acusado se compinchó, presuntamente, con otras tres personas para secuestrar a su pareja. Una de ellas fue un varon que trabajaba con ella en unas tierras de Mambrilla de Castrejón que fue quin informó de los horarios e itinerarios de la víctima para acudir al trabajo. Esa información permitió al principal acusado y otras dos mujeres interceptar a primera hora del 7 de julio el vehículo en el que viajaba la mujer interceptando su trayectoria cruzando su propio vehículo. Acto seguido introdujo en él a la fuerza a su exnovia en compañía de las otras dos mujeres, traslandose hasta un monte donde quedaron solos el acusado y la víctima, que permaneció atada durante tres días en aquel escenario, mietnras su captor intentaba convencerla para que retomara la relación. Para conseguirlo, según el relato de la fiscalía, el acusado amenzó con matarla a pedradas e incluso con quitar la vida a sus hijos, que no viven en España.
Finalmente, el 9 de julio, en el marco de una amplia y complicada investigación y fruto del dispositivo de búsqueda desplegado en la comarca de la Ribera burgalesa, con apoyo de un helicóptero, se localizó en Corrales de Duero (Valladolid) el vehículo que se investigaba desde días atrás, parado en un camino terrizo, y en su interior fueron halladas el acusado y su expareja.