La comunidad ucraniana en Cantabria conmocionada por la situación de sus familias que todavía viven en su país

Santander

Mariya Kurnytska llegó a Cantabria hace más de 20 años y desde 2007 está al frente de la asociación de ucranianos en la región. Las últimas horas las ha vivido con dolor, nerviosismo y una terrible preocupación por todos los familiares que tiene en Ucrania.

Sus padres, sus hermanos, un hijo que vive allí con su mujer e hijos, con ellos, ha podido hablar y le han explicado que llevan semanas preparándose para un posible ataque ruso. “Mi hijo hoy por la mañana ha llamado desde Ucrania y me ha dicho que estemos tranquilos ya que lo que más le interesa a Putin es ponerles nerviosos”, le ha dicho.

Los hombres están preparados desde hace cuatro días para coger las armas e ir a la batalla como militares, las familias tienen lugares donde esconderse y han hecho días atrás acopio de víveres para subsistir.

Pero Mariya lleva las ultimas horas atendiendo el teléfono con llamadas incesante de miembros de la asociación que piden ayuda para que sus familiares puedas salir del país. Algo que resulta muy complicado. “Hoy por la mañana cuando hemos conocido el ataque mucha gente ha recibido llamadas de su familia gritando y despidiéndose para siempre”, asegura Kurnytska.

“Hay muchos enemigos rusos de los ucranianos fuera del país, pero también dentro. Llevamos ocho años gritando que esto iba a ocurrir y ahora ha pasado. Me está llamando gente voluntaria que está trabajando en Ucrania y tengo una lista de medicamentos y de productos que se necesitan allí y vamos a ver como podemos organizarnos para hacérselos llegar”. Lo único que podemos es rezar y agradecer el apoyo de todos los que piden a la OTAN que frene esto”.

La Asociación de Ucranianos en Cantabria (OBERIG), convocó el pasado domingo, una concentración en Santander en apoyo a su país y por la paz en la Plaza del Ayuntamiento.

La presidenta de la asociación, Mariya Kurnytska, ha manifestado la preocupación con que los ucranianos de Cantabria están viviendo el conflicto entre Ucrania y Rusia. "Cada día que pasa muere algún soldado y me preocupa el futuro de Ucrania".

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"La guerra en Ucrania no para desde hace ocho años y no es una guerra civil, como los rusos la describen", dijo entonces la presidenta de la asociación y añadió que los ciudadanos "están muy unidos y van a resistir porque es nuestro país y no vamos a dar la bienvenida a ningún invasor", y también es "importantísimo" el apoyo internacional, que ha agradecido, "porque esto significa que no solo es nuestra lucha, sino la lucha de toda Europa".

Kurnytska, asegura que le duelen las 14.000 personas que han muerto en los últimos años o los casi dos millones de desplazados de sus casas, por eso cree que hay que levantar la voz y no dejarse llevar por el miedo, para juntar manos personas de todos los países por la paz.