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Las voces de un país invadido: "No quiero dejar mi ciudad, eso es lo que buscan los rusos"

Hora 25 habla con ciudadanos ucranianos que viven las horas más críticas de su país

Las voces de un país invadido

Madrid

Natalia vive en Kremenchuk, una ciudad en medio de Ucrania situada al lado del río Dniéper, el más grande y caudaloso del país. Antes vivía en Járkov, la segunda ciudad de Ucrania y muy cerca de la frontera con Rusia. Ahora que Putin ha decidido invadir el país, ella y su familia han huido con todo. "Hemos dejado todo allí. Cuando salimos a las tres de la madrugada vimos movimiento militar ucraniano, casi no había civiles. Después aparecieron colas inmensas en las gasolineras", explica. "El plan inicial era ir hacia la frontera occidental del país, a los Cárpatos, a una ciudad pequeña, pero los planes han ido cambiando porque es más difícil moverse, es peligroso. Sinceramente hablo poco con las autoridades, pero intento leer las noticias para saber si hay obstáculos. Es un país que está muriéndose", reconoce la ciudadana ucraniana.

"Hoy tuve un par de momentos en los que no pude aguantar más. Llevamos muchas horas sin dormir y es difícil de creer lo que está pasando. Es el día más raro de mi vida, pero hay que asumirlo y aceptarlo", dice entristecida. "Es muy doloroso todo, todos tienen miedo. Hay bombardeos, humo y mucha incertidumbre", señala. Desde hace unas horas, las inmediaciones de Járkov están siendo bombardeadas. "Al menos donde estoy ahora no me tengo que despertar con sonidos de bombardeos, pero esto queda para toda la vida. No estar seguro en tu casa es lo más horrible", sentencia.

Vladimir Berezovskyi es un ciudadano ucraniano que vive en Kiev y ha decidido quedarse en la ciudad. Su madre vive en el sur del país. "Allí dicen que la cosa está muy fea. Mi ciudad está al lado de una presa grande del Dniéper. No está clara la situación. Hablé algo con mi madre a las 16:00, pero no puedo conseguir contactar más con ella", nos explica. "Ahora mismo solo dejan pasar a los refugios a mujeres y niños. Yo intento ser optimista y creer en nuestro ejército", sentencia.

Un reservista

Oleksánder Slyvchuk vive en Kiev, es reservista y dice que "el ejército ucraniano está luchando ahora mismo en el norte del país" mientras el gobierno permanece en la capital y siguen funcionando todos los servicios públicos. "Yo voy a alistarme voluntario al ejército. Vivimos desde 2014 un conflicto abierto con Rusia. Aquí la situación es como Israel, los estudiantes cada año pasan el entrenamiento militar. Soy oficial de reserva y debo integrarme en el ejército. No pienso en ir al frente, pero hay que ejecutar algunas funciones básicas. Mi familia está en la parte occidental. Aquí hay mucha gente dispuesta a morir por su país, pero yo no pienso en eso. Estamos viviendo una realidad bélica, de guerra, como lo fue en el siglo XX", explica.

"No quiero dejar Kiev"

Sergiy Petukhov es profesor asociado de Derecho en la universidad más antigua de Ucrania, ahora está en Kiev, la capital del país. Asegura en la Cadena SER que vive las horas más duras de su vida. Desde que el presidente ruso Vladímir Putin tomara ayer la decisión de iniciar una operación militar especial en esta esquina de Europa, que en la práctica se traduce en una invasión a gran escala, su hogar, su casa, está seriamente amenazada. También su integridad física y la de su familia.

"Los tanques rusos están avanzando desde la frontera con Bielorrusia. Están muy cerca de Kiev. Han hecho una operación muy cerca de la capital, con soldados y helicópteros, para lanzar luego un ataque a la ciudad. Esperamos a un posible bombardeo, por eso estamos preparados", explica el ciudadano. "Se puede ir al metro, es el refugio más grande y natural de la ciudad. No se sabe si los rusos van a venir en la próxima hora. Mucha gente ha huido de la ciudad, había colas para retirar el dinero, para comprar comida y en las farmacias. Hay mucha gente que está aquí, que son reservistas de las fuerzas armadas de Ucrania que están preparadas para defender la ciudad. La situación cambia cada hora", señala Petukhov. "Yo me voy a quedar en Kiev, quizá mi mujer se vaya a la frontera con Eslovaquia. Todas las fronteras vecinas están cerradas, solo están trabajando los trabajadores del transporte público y los sanitarios", dice.

El profesor lo tiene claro. Se va a quedar en Kiev. "Espero que los rusos no lancen ataques sobre la población, no hay razón para hacerlo. Dicen que solamente atacan a la infraestructura militar, pero ya hay gente civil que ha muerto. Creo que voy a ayudar de alguna manera a la gente aquí. No quiero dejar mi capital, no quiero dejar Kiev eso es lo que quieren los rusos, sembrar el pánico entre la población", sentencia.

Marisol Rojas

Trabaja en la Cadena Ser desde 2007. Empezó madrugando...