Una treintena de ucranianos se concentra en la Casa Botines como muestra de apoyo a sus compatriotas

León

El pueblo ucraniano ha salido a las calles de León para pedirle a Vladimir Putin que detenga la invasión de su país. Una treintena de ucranianos se han concentrado en torno a la Casa Botines para solidarizarse con el pueblo de su país. El número de ucranianos en la provincia de León asciende a casi quinientos habitantes y esta pequeña representación reconoce estar muy asustada ante el inicio de la guerra entre Rusia y Ucrania. Todos ellos se han levantado con el miedo en el cuerpo tras conocer la noticia de los primeros bombardeos en territorio ucraniano y afirman haber llamado rápidamente a sus familias.

Algunos de sus familiares reconocen haber sido testigos en primera persona de los ataques de madrugada y durante la tarde han intentado huir de las ciudades para refugiarse en los pueblos. La principal preocupación de los ucranianos que se encuentran en León es que no saben cómo pueden ayudar a sus familiares. Los aeropuertos están cerrados y no tienen la seguridad de que si les envían dinero u otros productos desde España les llegase con seguridad. "Nuestras familias no pensaban que la situación iba a ser tan seria", destacó Olga.

Ante la invasión rusa, los niños no han ido al colegio y los familiares de los ucranianos afincados en León aseguran que algunos supermercados se encuentran arrasados y la mayoría de las tiendas están cerradas. "Putin no va a parar. Después de Ucrania va a ir a por Polonia y después a por Alemania, concluyó una de las presentes en la concentración. Durante las últimas horas, el temor y la incertidumbre se ha apoderado de este grupo de ucranianos y piden ayuda para rescatar a sus familiares. "Ucrania es un país muy pequeño al lado de una potencia tan grande como Rusia y necesita la ayuda de Europa", declaró Oresta.