José Antonio Martínez Asensi, cinco veces campeón del mundo, nos convence de que la 'pilota' es un deporte 'proscrito'
Charlamos con un galardonado pelotari que disfruta enseñando este deporte autóctono a los más pequeños
José Antonio Martínez Asensi, forajido de la pelota valenciana
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Alicante
En Forajidos, de vez en cuando nos gusta hacerle un hueco a deportes o actividades que se salen de los parámetros habituales del programa -lo extremo y la aventura-, pero que tienen algún componente que nos termina por encajar. Hablamos de deportes minoritarios en los que nadie o casi nadie se fija y solo el hecho de practicarlos termina por ser toda una aventura o incluso, una odisea.
Sin querer emular a los antropólogos, pero no nos equivocaríamos mucho si aseguramos que uno de los primeros entretenimientos de los humanos, desde que somos humanos (aunque visto lo que ocurre a nuestro alrededor, a veces, podemos dudar de ello), es jugar con una pelota; con la mano o con el pie. En muchas culturas antiguas podemos encontrar representaciones de estos juegos.
Pelotari campellero cinco veces campeón del mundo / Cadena SER
En la Comunitat Valenciana se juega a la 'pilota' y uno de sus mayores exponentes es el campellero José Antonio Martínez Asensi, cinco veces campeón del mundo, 3 veces campeón de Europa y acaba de conseguir la Copa Generalitat con 52 años. En la actualidad también es presidente del Club de Pilota Valenciana El Campello, en donde despliega su pasión por este deporte, algo que intenta transmitir a los más pequeños.
Emblema de esta entidad deportiva / Cadena SER
Participó en los Juegos Olímpicos de Barcelona, en donde la pelota fue un deporte de exhibición, y posteriormente, ha competido en campeonatos del mundo en Colombia, Francia, Italia y Argentina. Asegura que a pelota se juega en muchos países de Europa en donde el público responde masivamente cuando se convoca una competición y los deportistas son profesionales. Algo parecido también ocurre en Euskadi. Sin embargo, se lamenta, en esta autonomía no hemos conseguido que el juego enganche a los ciudadanos y tenga una mayor repercusión social. Y eso que los niños disfrutan con él cuando lo practican.
Por ello, insiste en que la pilota sigue siendo un deporte 'forajido' o 'proscrito'.
