"Quieren matarnos como nación; es una catástrofe": los ciudadanos de Ucrania residentes en Canarias lamentan el estallido de la guerra y reclaman el alto el fuego
En las islas viven unas 1500 personas residentes procedentes de Ucrania
Entrevista a Dimitro Suchak, ucraniano afincado en Tenerife, en Hoy Por Hoy La Portada
Adeje, Santa Cruz de Tenerife
Desde el mismo momento que la guerra entre Rusia y Ucrania se oficializó este jueves, un grupo de cincuenta ucranianos se concentró en Adeje para gritar "stop guerra". Son pocos en Canarias. La comunidad de ciudadanos de aquél país no supera las 1500 personas en el censo, aunque entre ellos aseguran que son alrededor de 3000. A pesar de estar a miles de kilómetros de distancia, los unen familiares y amigos que ahora se encuentran envueltos en un conflicto que empezó en 2014. Su única manera de simbolizar la protesta, además de lanzar proclamas a favor de la paz y en contra de la política militar rusa, fue concentrarse en la simbólica plaza de la avenida de Moscú en el municipio del sur tinerfeño.
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En Canarias hay un grupo muy nutrido de rusos, especialmente en el sur de Tenerife. Se calcula que alrededor de 20.000, pero también viven muchos ciudadanos nativos del cinturón de las antiguas repúblicas soviéticas: moldavos, bielorrusos, serbios, rumanos y ucranianos. La proporción es mucho menor, pero muchos de estos últimos superan los diez años desde que se asentaron en el Archipiélago buscando un lugar donde vivir mejor. Se dedican al sector turístico, inmobiliario, la construcción y también al derecho.
"Me encanta Tenerife y soy muy feliz aquí. Tengo mi familia en la isla, pero una parte de ella vive en Ucrania", lamentó Michael Sopinska tras dos horas de manifestación. "Somos patriotas ucranianos. Es una guerra con muertos y sangre. Lo que quieren es matarnos como nación y como ucranianos. Lo que quiere Rusia es que desaparezca nuestra dignidad nacional".
Muchos de estos ciudadanos de las antiguas repúblicas soviéticas llegaron a Canarias coincidiendo con la caída de la Federación y tras el caos que se produjo en este área de influencia rusa. El conflicto que estalló este jueves entre Ucrania y Rusia no es, ni de lejos, la primera disputa que se produce en estas repúblicas. En Rusia se ha evidenciado, una vez más, la unidad nacional que se traduce en un imperio. Entender esta clave es fundamental para comprender su papel en un conflicto que se enfrenta a un intenso nacionalismo que arrastran todos sus ciudadanos allá donde vivan. Incluso entre los más jóvenes. "Nunca me imaginé que Rusia atacaría de verdad a Ucrania. El coste de la guerra para ese país es mucho mayor que lo que podría ganar", sospecha Mijail del Campo, un joven de quince años que nació en Tenerife después de que su madre migrase a la isla. "No es rentable porque Ucrania no tiene ningún recurso".
A todos ellos los acompañaba Dimitro Chubenko, el de mayor edad. Es un hombre de unos cincuenta años, delgado, con la piel muy blanca que ataviado con algunas de las camisas tradicionales de aquél país se presentó en esa plaza de la Avenida de Moscú en defensa de la soberanía de Ucrania. De allí se fue, junto a su familia, hace casi una década. "Somos muy felices aquí". Se refería a él y a toda su familia. Pero la lejanía no les hace olvidar que su país está en guerra desde el año 2014. Entonces se firmaron los acuerdos de Minsk, que trataron de poner punto y final al conflicto.
"Las condiciones de entonces no se pueden ejecutar. Desde el inicio de la guerra en 2014 con la ocupación de Crimea, la guerra se concentró en la región del Dombás. La posición del Gobierno ruso es la que está provocando que tengamos un conflicto en este momento. Me parece catastrófico e inimaginable pensar que, en pleno siglo XXI, pudieramos tener una situación similar a la del inicio de la II Guerra Mundial", lamentó.