Un genio en Australia forjado en Aranda

Aranda de Duero

Aranda y la Ribera reparten por el mundo sus gentes. Pero allá donde están -cuando emigran- su éxito se produce por igual. Es el caso de David Martínez Martín, cuyo perfil es el de un genio. Bien lo dice la Oficina de Patentes y Marcas, que le reconocía recientemente junto a otros cuatro jóvenes que han logrado patentar inventos propios y cuyo destino han sido diversas empresas nanotecnológicas. Es doctor en ciencias físicas, además de profesor de la Universidad de Sídney, entre otros muchos premios que también ostenta. Y sí, le pillamos en Australia, aunque en el paso recorrió Europa.

Sobre sus intenciones, reconoce que "quiero que el mundo en el que vivimos vaya a mejor y traer a la sociedad algo que sea útil y mejore su calidad de vida". "En Australia acabamos de iniciar el periodo docente; doy clases, me dedico a investigar y hago otros proyectos. El tiempo lo dedico a eso, además de hacer deporte y disfrutar de una buena cena con amigos", explica, recordando que "mi primera patente fue la que hice en la Universidad Autónoma de Madrid", y contando cómo han sido sus posteriores años, haciendo realidad varias patentes, cumpliendo su sueño a través de tecnología, y dando pasos de gigante en diversas labores investigativas, como la creación de un dispositivo que pueda medir la presión sanguínea recogiendo sonidos a través del corazón para poder dar con pacientes hipertensos, o ayudando a dar respuesta a las resistencias ante los antibióticos.

Lo que sí deja claro Martínez es que "la forma en la que uno puede desarrollar una investigación es una forma de vivir, porque la investigación requiere perseverancia y no tener un horario". "Este es un camino donde uno se enfrenta a dificultades, pero hay que salir hacia delante porque al final vas encontrando respuestas, y es una suerte tener un trabajo en el que te dedicas a generar conocimiento y a construir herramientas, procesos, dispositivos, que tengan una utilidad y que resuelvan un problema para el resto de la humanidad", dice.

Su recuerdo hacia Aranda

"Estudié en Aranda. Cursé hasta octavo de EGB en el Claret, y luego en el Sandoval, donde acabé la ESO y Bachiller, y ya me marché a estudiar física en Valladolid. Soy el pequeño de cuatro hermanos, ninguno se ha quedado pero sí, mis padres siguen en Aranda. Lo que sí es verdad es que cuando tenemos ocasión, todos vamos porque nos encanta", asevera, valorando que en el día a día realmente lo que más se valora es el sentimiento y la emoción.

Por otro lado, sentencia dejando claro ante la pregunta de si solo se puede triunfar fuera de nuestras fronteeras que hay buenas oportunidades en España, aunque considera que es importante viajar y conocer otras culturas, ya que "el mundo es interesante para conocerlo, exponerte a los nuevos retos, a lo desconocido, y temporalmente se lo reconocía a todo el mundo, incluso sabiendo lo que es ser extranjero, porque probablemente al volver los mirará de otra manera". "Son experiencias importantes y enriquecedoras, pero eso no significa que haya que salir, la situación cambia", finaliza, avanzando que "no sé dónde acabaré; hay que ser flexible y adaptarse a un mundo que cambia constantemente".