Sociedad
GUERRA EN UCRANIA

Anastasiia, la estudiante ucraniana que llegó de intercambio a Córdoba dos semanas antes de la guerra

Prevé terminar su estancia universitaria en Córdoba, pero mantiene las dudas sobre si podrá volver a su país

Anastasiia V., estudiante ucraniana en la Universidad de Córdoba, pide que no mostremos su rostro por miedo a represalias contra su familia si la invasión rusa tiene éxito / Cadena SER

Córdoba

La incertidumbre por lo que ocurrirá o en manos de quién quedará su país en el futuro más inmediato hace que fije una condición: "Preguntadme lo que queráis, quiero dar voz a cómo nos sentimos, pero por favor, no mostréis mi rostro porque no sabemos qué puede ocurrir". Anastassia V. tiene 20 años y, como estudiante de Ciencias Empresariales y Económicas, llegó a Córdoba hace quince días. Es decir, doce antes del desastre.

"Desde el inicio del verano pasado estaba buscando programas de intercambio en España entre mi universidad en Ucrania y la de Córdoba y cuando encontré uno que encajaba, apliqué inmediatamente", relata. Se suponía que llegaría aquí en septiembre de 2021, pero los trámites burocráticos retrasaron el viaje hasta ahora. Anastasiia cuenta que "en aquel momento estaba enfadada, pero ahora, tal y como está la situación en mi país, es lo mejor que podía pasarme".

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Establece conexión con Brusyliv (un distrito en el óblast de Zhytomyr) varias veces al día. "Mi familia está bien físicamente", comenta aliviada, "pero tienen mucho miedo y no duermen, porque nadie sabe cómo será el día de mañana". Ella apenas pega ojo desde que en la madrugada del jueves las tropas rusas cruzaron la frontera. "Lógicamente", exclama, "no puedo estudiar, no puedo descansar, apenas puedo relacionarme, lo único que hago es refrescar las noticias que me llegan de allí y a través medios internacionales".

Aunque en su región natal "los bombardeos se escuchan todavía lejanos", cuenta que la mayoría de sus amigos están en Kiev. Allí, "muchos de ellos están pasando la noche en los andenes de metro, han tenido que abandonar sus casas y están viviendo en refugios antiaéreos tumbados en el suelo y con un mínimo equipaje de supervivencia", lamenta la joven. Eso sí, advierte, aunque su familia está "en un sitio donde todavía se puede salir a la calle", teme que queden 'atrapados por la pinza' que las tropas rusas están haciendo en territorio ucraniano a través de varios frentes.

Solo mi padre y yo sabemos conducir y ninguno de los dos estamos en Ucrania, así que el resto de mi familia no puede huir

—  Anastasiia V.

Y es que su padre se encuentra ahora mismo en Francia y ella en Córdoba. Son los únicos miembros de la familia que saben y tienen permiso de conducir, así que el resto de sus allegados "no pueden ir a ninguna parte". Vivir la guerra en su país desde la distancia le genera impotencia, "porque creo que debería estar allí apoyando a mi familia y ofreciendo ayuda física a mi país", pero también se muestra optimista "por todo lo que puedo hacer desde aquí".

Ese es el motivo para atender a Radio Córdoba - SER. Anastasiia se siente "en el deber patriótico de informar, levantar la voz, comentar en internet o reclamar donaciones económicas, en medicinas o en alimentos". En apenas tres días, ha asumido que "nuestra vida ha cambiado para siempre", pero al mismo tiempo reconoce que "la situación ha unido al país por completo y siento esa fuerza".

La estudiante apenas ha tenido tiempo de adaptarse a su vida en Córdoba y aunque define la ciudad como "una familia que te acoge", ha tenido la mala suerte de que sus tres compañeros de piso españoles hayan decidido pasar el puente de Andalucía fuera. Así que "este fin de semana me he sentido un poco un sola en casa", reconoce, "porque no es lo mismo tener a personas al lado que, al menos, te distraigan de la situación". Sin embargo, uno de sus profesores en la Universidad de Córdoba es compatriota suyo y, explica, "con él he podido desahogarme e intercambiar información sobre cómo estaban la situación en Ucrania".

En los primeros días de mi intercambio conocí a algunas chicas rusas, que desde el jueves no van a clase ni publican nada en redes sociales y me gustaría conocer su opinión

—  Anastasiia V.

La casualidad ha hecho que en algunas clases, Anastasiia comparta aula con otras alumnas de intercambio de nacionalidad rusa. "Bastante simpáticas y a las que no 'culpo' de nada", refiere, pero que según dice, "llevan desde el jueves en silencio absoluto, sin aparecer por clase y sin publicar nada en redes sociales". De hecho, la estudiante ucrania alega que "gran parte del pueblo ruso no sabe lo que ocurre realmente porque vive en un blackout informativo, al igual que parte de los soldados rusos no saben por qué causa luchan".

Detalle de Anastasiia V., estudiante ucraniana en la Universidad de Córdoba / Cadena SER

La natural de Brusyliv incluso ironiza con que la diferencia entre ucranianos y rusos reside en que "nosotros nos levantamos y protestamos cuando estábamos sometidos por un régimen". Se refiere a 2014, cuando el entonces presidente de Ucrania, Viktor Yanukóvich huyo a Rusia, derrocado del poder, tras varios meses de protesta de carácter europeísta. "Ese fue nuestro deseo de libertad que el gobierno ruso no comparte", dice Anastasiia, que confía en "la resistencia de nuestras fuerzas armadas y en que mi país haga retroceder al ejército ruso".

Mientras tanto, esta joven piensa permanecer en Córdoba hasta junio, cuando finalizará su intercambio académico. "Después de esto mi mayor objetivo es volver a reunirme con mi familia, sea en Ucrania, en Polonia o incluso aquí", sentencia.

LA EDUCACIÓN EUROPEA CALIFICA DE "INACEPTABLE" LA INVASIÓN:

La European Association for International Education (EAIE) ha emitido un comunicado en el que muestra su "solidaridad con Ucrania, sus estudiantes y sus familias" y condenando "de forma firme todos los actos de violencia y guerra de Rusia".

Borja Martín, director de relaciones internacionales de la Universidad Loyola Andalucía y miembro del comité organizador de la feria de la educación internacional de 2022, que se celebrará en Barcelona, plantea la posible adopción de medidas que vayan "contra el gobierno de Putin, no contra los ciudadanos de nacionalidad rusa". En ese evento se espera la asistencia de 6.000 personas y Martín asegura que "se está debatiendo impedir la participación de la delegación Study In Russia". Eso sí, asevera, "debemos ser cautos porque la opinión de la comunidad científica rusa, sabemos, poco tiene que ver con la de su gobierno".

Álvaro Guerrero Jiménez

Álvaro Guerrero Jiménez

Redactor y editor en los servicios informativos de la Cadena SER en Córdoba. Previamente ha trabajado...

 
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