Bilbao

Si hubiera podido elegir, el Athletic ni tan siquiera habría viajado a Barcelona. Esta frase, que es una exageración, esconde parte de realidad. A tres días de jugar en Mestalla el partido que puede marcar la temporada para el equipo, ni mucho menos era apetecible lo del Camp Nou. Más si cabe teniendo en cuenta el momento de forma del equipo de Xavi, que parece haber encontrado su fútbol y sus resultados en las últimas semanas.

Así que a nadie en el entorno rojiblanco pudo sorprenderle el once de Marcelino. Siete cambios introdujo el entrenador asturiano con respecto al equipo que goleó hace una semana a la Real Sociedad. Muniain y Yuri no jugaron un solo minuto. Williams, apenas diez. Dani García, Iñigo Martínez y Nico Williams entraron al campo en la segunda parte. Vencedor, que reapareció tras su lesión en el derbi, fue titular en el centro del campo.

Con todo, la primera parte del Athletic fue aceptable. El Barcelona fue el único dueño del balón y Ter Stegen apenas tuvo trabajo, sí, pero el marcador al descanso era FC Barcelona 1-0 Athletic. No apuntaba a goleada. Tras el descanso, el guion de partido se mantuvo. Villalibre, referencia en punta de los leones, apenas tuvo llegadas al área rival. Tampoco era el día, quizá, teniendo en cuenta que se trataba de su primer partido como titular tras varios meses de lesión.

Sin embargo, el Barcelona sacó petróleo del tramo final del encuentro. Un gol de Dembélé en el minuto 72 en el que Unai Simón pudo hacer algo más en su palo, otro de Luuk De Jong nada más ingresar al terreno de juego en el minuto 88 y otro de Depay, también nada más entrar al campo en el 93, convirtieron una derrota digna en una goleada. La mayor de la temporada para el Athletic.

Lo del miércoles será otra historia

Nada tiene que ver este partido con el del miércoles. Nada tendrá que ver este equipo con el que salte al verde de Mestalla minutos antes de las nueve y media de la noche. Pero es indudable que, como antesala, no suma puntos al optimismo en el entorno rojiblanco. En lo que a la Liga hace referencia, es una nueva ocasión desperdiciada. La Real Sociedad, principal rival en la lucha europea, sumó tres puntos ante Osasuna y vuelve a distanciarse a cuatro de los rojiblancos.

Nadie se acordará de todo lo anterior, eso sí, si el miércoles se consigue el pase a la final de Copa. El objetivo, por tanto, no puede ser otro que olvidar que este domingo había partido en Barcelona y centrarse en lo que está por venir.