El penalti de Kepa que condenó al Chelsea y le dio la Carabao Cup al Liverpool

Tuchel quiso que fuera su héroe, pero terminó siendo el villano. Corría el minuto 119 de la final de la Carabao Cup entre Chelsea y Liverpool cuando el entrenador alemán buscó dar un golpe de efecto en la tanda de penaltis. Dio salida a Edouard Mendy, portero titular en la final y determinante para que el 0-0 ilumanara el marcador, para que entrase Kepa Arrizabalaga. Mismo movimiento que ejecutó en la final de la Supercopa de Europa contra el Villarreal y que le permitió imponerse como súpercampeón europeo. El meta detuvo el último lanzamiento a Raúl Albiol, pero contra el Liverpool, su movimiento le terminó golpeando en su contra. Tras una tanda de penaltis interminable donde no falló ninguno de los dos equipos llegó el turno de los porteros. Kelleher transformó el suyo para poner el 10-11. Turno para el vasco, que mandó por encima de la portería el lanzamiento decisivo que coronaría al Liverpool como campeón de la Carabao Cup.

Mientras los de Jurgen Klopp celebraban la que es su novena EFL Cup, a Kepa se le caía el mundo encima. El portero español, que ha sido decisivo en el camino del Chelsea hasta la final. Paró un penalti al Southampton en octavos y erigió como un seguro en cada paso que dieron los Blues. Sin embargo, el destino le ha puesto en una tesitura de la que ha salido cruz.

Durante los 120 minutos, Chelsea y Liverpool firmaron un partido intenso, combativo y de un nivel altísimo. Bajo palos brillaron Mendy y Kelleher con intervenciones determinantes, ensalzando lo que los otros veinte futbolistas hacían sobre el césped. Alternativas, ocasiones y juego directo en un combate de resistencia con tiros al palo y hasta cuatro goles milimétricos anulados por fuera de juego (dos a Havertz, uno a Lukaku y otro a Matip). La igualdad sobre el terreno de juego dejaron a los penaltis como juez. El nivel no bajó ni desde los once metros, pero fue el Liverpool quien acabó levantando la Copa de la Liga por primera vez desde 2012. Con este título, los reds se alzan como el club inglés más laureado con nueve, que les sirve para tocar el primer metal del curso. Además, siguen vivos en el resto de competiciones. El Liverpool va a por todo.