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La Real resucita contra Osasuna

Victoria por la mínima de la Real Sociedad en el Reale Arena ante el equipo rojillo (1-0) con gol de Aritz Elustondo en la segunda parte. Los txuri-urdin suman 41 puntos y siguen en la pelea por Europa

SAN SEBASTIÁN, 27/02/2022.- El lateral de la Real Sociedad Aritz Elustondo (i) trata de superar al portero Sergio Herrera (d), de Osasuna, durante el partido de Liga en Primera División que disputan este domingo en el estadio Reale Arena, en San Sebastian. EFE/Javier Etxezarreta / Javier Etxezarreta (EFE)

SAN SEBASTIÁN, 27/02/2022.- El lateral de la Real Sociedad Aritz Elustondo (i) trata de superar al portero Sergio Herrera (d), de Osasuna, durante el partido de Liga en Primera División que disputan este domingo en el estadio Reale Arena, en San Sebastian. EFE/Javier Etxezarreta

San Sebastián

Aritz Elustondo da una importante inyección de moral a la Real Sociedad firmando con un solitario gol una victoria muy necesaria contra un Osasuna que fue de menos a más, y que solo solo acabó apretando al final con centros laterales. El equipo donostiarra se levanta de la lona después de una semana muy complicada por los golpes recibidos contra el Athletic Club y el Leipzig, y vuelve a recuperar impulso en la lucha por los puestos europeos con 41 puntos. El central besaindarra decidió un duelo muy disputado en la segunda parte, fusilando desde cerca y con mucha rabia a Sergio Herrera, y rubricando el mayor dominio txuri-urdin a lo largo del encuentro. Sergio Herrera mantuvo con vida en la segunda parte a Osasuna con dos buenas paradas, y permitió a los rojillos rozar el empate con su arreón final con centros al área ante los que respondió con firmeza la zaga realista. La Real toma aire después de días duros para seguir luchando por Europa, Osasuna deja pasar una ocasión de oro para acercarse a esa pelea.

Imanol sorprendió a todo el mundo con su revolución en el once inicial. Se esperaban cambios, pero no ten drásticos. Porque solo repitieron en el equipo inicial dos jugadores de la derrota contra el Leipzig el pasado jueves. No es habitual en el técnico oriotarra hacer tantos cambios entre partidos, y menos aún tan significativos, pero la Real necesita frescura en el once para recuperar la energía perdida. Así que optó el preparador realista por introducir sabía nueva llegada desde el filial como Pacheco, Ander Martin y Djouahra, y darle por fin la manija al capitán Illarramendi, que diez meses después volvió a jugar un partido de liga. Lavado de cara de la Real, y regreso a la idea de ser protagonista con el balón, y más delante de su afición. Empezó mandando ante un Osasuna que nunca se arruga, y también salió con mucha intensidad. Inicio esperanzador de un partido entre ‘hermanos’, por aquello de las buenas relaciones entre ambos clubes.

El equipo realista tenía la posesión de la pelota, pero le faltaba profundidad. Ni Ander Martin por la izquierda, ni sobre todo Näis Djouahra por la derecha eran capaces de progresar con peligro por las bandas. A Illarramendi se le notaba la falta de partidos y le costaba darle ritmo al juego, y solo cuando el balón llegaba a Silva entre líneas era capaz de acelerar la Real en busca de la portería de Sergio Herrera. Merodeaba más la Real el área del Osasuna, pero cuando los rojillos lograban robar la pelota en su presión, obligaban a Remiro a emplearse a fondo. Isak en un par de ocasiones sin puntería, y Ander Martin desde la frontal fue lo más peligroso de la Real en ese primer tiempo. Un centro del Chimy Ávila desde la derecha al que no atinaron a rematar ni Rubén García ni Budimir fue lo más interesante en ataque de Osasuna. O lo único. Porque los de Jagoba Arrásate se centraron sobre todo en defender, cediendo toda la posesión a una Real que fue creciendo al tiempo que conectaban Isak y Silva. Sin goles al descanso, todo quedaba abierto para la segunda mitad.

Tras el descanso el guión permaneció inalterable, con la Real llevando de forma clara el peso del partido y Osasuna achicando agua en su área. Porque los donostiarras dieron un paso más al frente, de mostraron más agresivos, y apenas dejaron salir de su campo a los rojillos, muy incómodos sobre el terreno de juego. Fruto de esa presión y ese dominio, llegaron varios saques de esquina de los que, al menos, uno tenía que sacar partido. Después de un córner en el que Osasuna no fue capaz de despejar la pelota, el balón quedó muerto dentro del área, lo peinó de cabeza Isak, dejando solo en el área pequeña a Aritz Elustondo, que literalmente fusilaba la portería de Sergio Herrera. No estaba en fuera de juego por poco y celebraba el gol con tabú inusitado, fruto de toda la tensión acumulada por unos días muy complicados en San Sebastián.

Solo con el marcador en contra pareció reaccionar Osasuna y mostrar un poco el morro en el área de la portería defendida por Remiro. La Real dejaba vivo el resultado, porque ni Isak, ni Djouahra, con dos buenas ocasiones, eran capaces de batir a un inspirado Sergio Herrera. El 1-0 daba alas a Osasuna, porque Arrásate aprovechaba para meter en el terreno de juego a Kike Garcia, para empezar a hincharse a poner centros laterales al área de la Real. Es una de sus señas de identidad, y era previsible ese arreón final. Pero la defensa de la Real, con Pacheco y Le Normand a la cabeza, se empleó a fondo para no dar casi ni una opción a los delanteros de Osasuna, y despejar todo lo que les llegaba como si fueran un frontón. Solo en dos acciones en fuera de juego pudo Osasuna rondar el empate. La Real quizá se hundió un poco al final, Osasuna se volcó, pero quizá era demasiado tarde. Oyarzabal pudo sentenciar, pero Juan Cruz se interpuso en su camino. Pero al final un detalle desniveló la balanza de un partido muy disputado.

Roberto Ramajo

Roberto Ramajo

Entro en el grupo en 2002 como redactor de prácticas. En 2005 se incorporó a la redacción en Gipuzkoa...

 
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