Muere Juan Manzorro, la gran voz de las cosas de Cádiz

Cádiz

Hay un segundo justo cuando te quitas los auriculares o cuando apagas la radio en la que parece que sigue sonando antes de que llegue el silencio. Como un eco. La muerte del periodista Juan Manzorro deja a Cádiz con esa sensación de que seguimos oyéndole, como si nos fuera a presentarnos el siguiente cuplé, como si nos estuviese diciendo por dónde va el Nazareno, o nos narre algún descubrimiento de sus paseos por Cádiz. Últimamente contaba, sobre todo, los avances de la enfermedad, lo mucho que admiraba a los profesionales sanitarios y todas las cosas bonitas que le unían a su pareja, la también periodista Mónica de Ramón. Ella fue quien le leyó la última carta que Juan Manzorro escribió a Radio Cádiz. Lo hizo el pasado mes de enero. Y la envió a la radio, donde siempre dijo que quería terminar trabajando, aunque fuera como becario. El becario de Vejer, como solía autollamarse, para reivindicar su pueblo que tanto bien le hacía.

Vinculado siempre a Canal Sur, Manzorro ha contado todas las cosas que le han pasado a Cádiz. Han sido sus compañeros los que han confirmado la noticia que circulaba ya por en la madrugada del sábado de carnaval.

Retransmitió desde la radio y desde la tele el concurso del Falla, siguió las cofradías gaditanas en la Semana Santa y contó cada acontecimiento importante que ha vivido la provincia en estas últimas décadas. Cuando se enteró de que tenía cáncer, no lo ocultó. Quiso con su testimonio ayudar a los que, como él, estaban padeciendo lo mismo. Lo hizo en los buenos y los malos momentos. A veces, con su voz. Y otras se la pidió prestada a Mónica de Ramón, la excelente periodista con la que se casó hace unos años, como le gustaba presumir, ante los tres alcaldes democráticos que ha tenido Cádiz.

Fue en enero de este año cuando Juan, en voz de Mónica, envió esta carta sonora a Radio Cádiz, al Hoy por Hoy que presenta su amigo Carlos Alarcón.

"Muy buenas. Aquí un oyente del programa más gaditano de la radiodifusión mundial. La última vez que escribí una carta para la radio fue cuando tenía once años. Le pedía consejos a Elena Francis para salir con una niña guapa de mi calle. La señora Francis paso de mi y la chiquilla también. Aquello sí que fue un drama. Tengo la voz como la del Teniente Colombo, aquel policía despistado que salía en la tele en los setenta. Por eso le he pedido que me preste la suya a una gaditana mi rosita temprana a la que un día pillé en una hora tonta delante de los tres Alcaldes democráticos de Cádiz, le pedí que se casara conmigo y me dijo "bueno, vale, de acuerdo" Ella se llama Mónica y es imprescindible en mi vida. Carlos, como tú sabes, -y quizá muchos oyentes también- estoy resfriadito, o sea tengo cáncer, así dicho con todas las letras porque hay que visibilizar esta enfermedad y lograr que deje de ser un tabú. En los últimos meses he tenido varios ingresos hospitalarios, visitas guiadas al quirófano, tratamiento de quimio, radio y antibióticos y pruebas médicas varias. Mi nombramiento como socio de honor del Hospital Puerta del Mar está al caer. En los últimos días estoy un poco cansado y con molestias en el cuello que me llevan a caminar mirando al suelo como si estuviera buscando los duros antiguos. Por lo demás, estoy bien en casa, tranquilo, sereno, sin dolor ni fiebre. Mantengo la esperanza de mi curación aunque soy consciente de que tengo cáncer, no apendicitis. Voy a seguir sujetándome a la vida mientras Dios quiera y la ciencia médica siga con respuestas para luchar contra mi enfermedad. Me siento seguro y protegido por la sabiduría y calidad humana de las doctoras Lola García Cantos, Lucia Gutierrez, Paquita Guerrero, el Dr Miguel de Mier y un batallón de batas blancas a los que debo gratitud infinita. Y me siento arropado por paisanos de buen corazón: citaré a los Alcaldes de Cádiz y Vejer, concejales y otros cargos públicos de todos los partidos, nuestro Obispo Don Rafael, compañeros de profesión, amigos y gaditanos anónimos que en las redes y en la calle me expresan sus mejores deseos.Término. Al más puro estilo juanelo "te voy a disi una cosa, Cahhhhlo: no tengo ninguna intención de jubilarme de la vida sin conseguir que Radio Cádiz me firme un contratito de al menos una semana como becario en prácticas. Lourdes, directora, ve preparando los papeles que voy pallá. Confieso que "no puedo comprender corazón loco/ como se puede querer a ustedes y a la Cadena Ser/ No se puede querer sin estar majarón/a Antonio "El Caña" y a Carlos Alarcón".

En Radio Cádiz siempre se le quiso mucho y ese contrato de becario estaba aguardándole desde hace tiempo. Aunque hubiese sido muy raro tener de becario a un maestro.