"Se me fue un poco la olla" afirma el acusado de doble asesinato machista en Vitoria

Vitoria

La Audiencia Provincial de Álava comienza este lunes a juzgar al hombre acusado de matar de manera premeditada a María José y Florentina, su exmujer y a su exsuegra, el 20 de abril de 2018 en Vitoria y para quien la Fiscalía pide 50 años de cárcel.

El acusado ha argumentado que el día de los hechos discutió con ambas, que se le "fue un poco olla", sacó el cuchillo y "pasó lo que no tenía que haber pasado".

La Asociación Clara Campoamor, como acusación popular, eleva la pena de cárcel a los 60 años al incluir la agravante de ensañamiento en ambos delitos: "Tenemos la agravante de género, de alevosía y, la más grave, el ensañamiento. Les provocó un dolor más allá del necesario para asesinarlas", ha indicado Jose Miguel Fernández, Fote, letrado de la Asociación.

La letrada de la familia de las víctimas reclama 55 años de prisión y también incluye el ensañamiento. La defensa pide 8 años de cárcel por dos delitos de homicidio con la atenuante muy cualificada de trastorno mental transitorio. La defensa ha argumentado que el acusado "no es un controlador ni tiene posturas dominantes y machistas. Había discrepancias y malestar provocado por el divorcio" y que "seguía de baja por depresión el día de los hechos". El acusado ha añadido que consideraba injusta la pensión que debía abonar por los dos hijos del matrimonio tras el divorcio en 2017 lo que motivó diferencias con su ya exesposa.

Ha afirmado que el día de los hechos, el 20 de abril de 2018, se presentó en el domicilio familiar para recoger unas cosas, que discutió con ambas en la escalera del edificio, que le empujaron y que se le fue "un poco la olla" y sacó un cuchillo verde pequeño que según ha dicho siempre llevaba para pelar la fruta en el trabajo y que entonces, a pesar de seguir de baja laboral por depresión, portaba porque "pensaba hacerse daño".

Su relato ha contrastado con el que mantiene la abogada de la familia, Cecilia Piris, que explica que el procesado no pudo soportar que su mujer se divorciara de él: "la consideraba suya, no podía soportar que le dejara. Además, Florentina actuaba de matriarca de la familia, él no pudo consentir el apoyo que Josefina le dio a Maria José para romper su matrimonio".

Tanto la acusación particular como la popular han remarcado también que actuó con ensañamiento, que trató de que ambas "sufrieran muriendo, que murieran con dolor".

La fiscal ha dicho que durante la instrucción no se ha podido acreditar el ensañamiento aunque ha explicado que si en la vista se logra probar lo incluirá en su petición al final del juicio.

La exmujer del acusado, que tenía 43 años, recibió 33 cuchilladas y la madre de esta de 69 años, 38. La letrada de la familia de las víctimas ha puesto el foco en que el acusado actuó de forma "deliberada" y "consciente" y que se aseguró de que una viera a la otra morir.

A lo largo de los próximos días declararán más familiares de las víctimas, los policías e investigadores que llevaron el caso y los psiquiatras y médicos que trataron al acusado antes y después de los asesinatos.