La ciudad de la discordia

Cartagena

La ciudad de la discordia:

No tenemos remedio. Los cartageneros, que padecemos la molesta tendencia de echar siempre la culpa a los demás de nuestros males, deberíamos hacérnoslo mirar.

Esta semana la actual alcaldesa ha exigido al Ministerio de Justicia que acepte los terrenos que el Ayuntamiento le ha ofrecido —o al menos eso dice ella— e inmediatamente un sector de la oposición se ha quejado de que la alcaldesa oculta sus gestiones sobre el plan de la Ciudad de la Justicia de Cartagena y la licitación del proyecto de urbanización mientras otro sector le ha censurado afirmando que es una irresponsabilidad ofrecer unos terrenos que no están urbanizados.

Si quieren que les diga la verdad yo ya ni sé donde están esos terrenos. Porque primero se ofrecieron terrenos en Mandarache que no podían ser por razones urbanísticas, luego se habló del hospital naval de Tentegorra, luego se habló de que estarían cerca del Hospital de Santa Lucía...

Miren, en el Ministerio de Justicia el estudio sobre las necesidades de la Ciudad de la Justicia de Cartagena está hecho desde al menos 2018 y, si la misma no se ha construido, no ha sido por falta de ganas del Ministerio (antes de un partido y ahora de otro) sino porque, como pueden comprobar escuchando a los portavoces de los partidos en nuestro ayuntamiento, a día de hoy en Cartagena aún no tenemos los deberes hechos.

Tal y como están las cosas y con unas elecciones en ciernes se está poniendo la cosa que pudiera ser que, el Ministerio, decidiese como golpe de mano electoral construir por su cuenta la ciudad de la justicia en el lugar donde siempre debió decidirse que estuviera: la factoría de subsistencias de la Armada, en la Avenida Reina Victoria.

Colindante con el Cuartel de la Guardia Civil todos los problemas derivados del traslado de detenidos estarían solucionados, se liberaría a muchos agentes de tareas de vigilancia y transporte y apenas si ocuparía la mitad de la parcela, dedicando el resto a zona verde o al uso que se prefiriese.

Ese solar es de la Armada y el estado lo puede transferir sin problemas a Justicia, con esto dejaría a los ocupantes del Ayuntamiento discutiendo si son galgos o podencos y se apuntaría un tanto para las próximas elecciones que los dejaría a todos en fuera de juego.

Claro que eso sería si en el Ministerio se hiciesen las cosas bien... pero tengo para mí que... no caerá esa breva.

José Muelas.