Ucrania

Pamplona

Pamplona y Kiev están a más de 3.000 kilómetros una de otra. En coche, según google maps, nos costaría un día y medio sin parar. Pero Pamplona y Kiev están mucho más cerca de lo que parece.

Ucrania aún no está muerta, ni la gloria ni la libertad. Es la primera frase del himno nacional de este país que hoy hemos escuchado en las voces de las personas que han acudido a la concentración convoada por instituciones y asociaciones para rechazar la invasión de ese país por parte de la Rusia de Putin.

No sólo por las 2.000 personas nacidas en Ucrania y que viven en Navarra sino por las consecuencias que esta invasión puede tener en nuestra vida diaria.

Y las fronteras que se abren, afortunadamente, de manera clara para las más de 500.000 personas que ya han huido en estos primeros días. Acogida y repulsa por la decisión de un hombre, Vladimir Putin, que ahora que por fin nos empezábamos a olvidar del coronavirus, se convierte en nuestra principal amenaza.

¡El destino nos sonreirá, jóvenes hermanos! dice la segunda estrofa del himno nacional de Ucrania. Ojalá sea así.