Iluminando la ciudad
La firma de Ildefonso Cáceres en Hoy por Hoy Jerez
Jerez de la Frontera
Este humilde columnista no tiene reparo alguno en criticar aquello que no es de mi agrado, y en el uso de mi libertad de expresión, por ejemplo, no he dudado en criticar en estos micrófonos la iluminación que los Ayuntamientos instalan cuando llega el periodo navideño, más preocupados por hacer un centro comercial visualmente atractivo, que por festejar lo que da sentido a la propia Navidad.
Pero critico como soy con lo que no me gusta, soy honesto cuando entiendo que las cosas se hacen bien y procede felicitar a sus autores. Hoy traigo a colación, en este comentario, la iluminación extraordinaria que se ha instalado en varios puntos de la ciudad, contribuyendo a que la misma luzca más hermosa.
Iluminar el Convento de Santo Domingo, la Iglesia de Santiago o la Catedral Jerezana me parece un notable acierto, pues realzan grandes monumentos y hacen la ciudad más atractiva, incluso desde un punto de vista meramente turístico.
Lo de la calle Porvera, con esa amalgama de colores que se proyecta sobre la cúpula que forma la frondosa arboleda, ya es otro nivel. La Porvera, quizás la más hermosa y señorial calle de la ciudad, bella de día, al llegar la noche simplemente es fascinante. Cuando uno ve la nueva iluminación por primera vez, la imagen es cautivadora.
Además, me insinúan que las luces son programables por lo que, supongo, que tantos leds de colores permitirán, por ejemplo, que el día de la mujer esa arboleda luzca en color morado; que el Miércoles Santo la calle se tiña de rojo en homenaje a Jesús del Prendimiento, o que el día de la Fiesta Nacional, sin complejo alguno, la iluminación sea roja y amarilla acorde a los colores de nuestra enseña nacional.
Así que aquí me tienen presto a criticar lo que entiendo está mal, pero dispuesto a elogiar las cosas bien hechas. Por ello felicito al Ayuntamiento, a sus políticos, técnicos y trabajadores, porque nuestros monumentos y calles merecen la inversión realizada. Solo falta que esa actuación salga del centro y visite, siquiera de soslayo, algunas zonas de Jerez donde lo de la luz simplemente brilla por su ausencia.