Los ucranianos de Cuenca se unen para ayudar a sus compatriotas desplazados

Cuenca

En Cuenca viven cerca de 800 personas con nacionalidad ucraniana. Algunos de ellos como Vasyl Vorozhbyt llevan 22 años aquí. Trabajan aquí, compraron su casa, tuvieron sus hijos, compran en nuestras tiendas, pintan nuestras fachadas que es a lo que se dedica Vasyl junto a su hijo Andriy, ambos al frente de la empresa Monocapas Basilio SL. Basilio porque es así como todos le conocen en Cuenca. Otros, como Alona Antonenko, sirven cañas y copas. Ella regenta un bar en Cuenca. Tiene 29 años. Hemos charlado con ellos en Hoy por Hoy Cuenca para conocer cómo viven estos días las noticias que llegan desde su país tras la invasión militar de Rusia.

“Estamos preocupados porque no esperábamos que Putin llegara tan lejos entrando en nuestro territorio”, dice Vasyl. “Tenemos allí familias y hay mucho sufrimiento”. “Somos del este del país, somos ucranianos nativos y tenemos primos y tíos tanto por parte de padre como de madre”, explica Andriy. “Estamos bastante tensos. Ha sido un ataque cruel, de noche, inesperado, a la gente, a civiles, que nadie podría pensar que podría hacer esta mala persona, por no decirlo de otra forma”.

Preocupación por los acontecimientos

“Putin, como dictador, quiere restablecer la URSS”, dice Vasyl, “tiene a su amigo Lukashenko de Bielorrusia, también a Kazajistán. Ucrania está en medio de Rusia y Europa, por nuestro país pasan las canalizaciones de gas y por eso quiere la guerra”.

Alona sigue con preocupación lo que ocurre en su país. “No me despego de las noticias de allí sobre todo de la gente que lo está viviendo. Están luchando. Somos un país muy fuerte. Nadie esperaba que pudiéramos ser tan fuertes como para responder al ataque de un país tan poderoso como Rusia”, comenta Alona. “Y hay muchas necesidades para las zonas civiles bombardeadas. Comida, sacos de dormir. Nuestros soldados necesitan de todo”.

"Putin nos ha unido"

“Nos ha unido Putin”, dice Andriy, “como una nación fuerte”. “Tenemos un ejército que no se esperaba el mundo entero y que va a contener la agresión rusa a Europa”. Palabras que también suscribe Alona: “Nadie se esperaba que íbamos a ser tan sumamente fuertes, y de espíritu. Putin nos ha unido a todos”, dice esta joven que tiene a su padre “como voluntario para proporcionar ayuda a los soldados” y a su padrino, dice, “luchando en las zonas de batalla”.

Ayuda humanitaria El pasado sábado día 26 de febrero la comunidad ucraniana de Cuenca se concentró masivamente en el parque de Santa Ana de la capital para condenar la agresión militar rusa a su país. A fecha de hoy, tres días después, tienen en marcha un sistema de recogida de ayuda humanitaria en tres establecimientos conquenses. Se necesita ropa, botas de talla 42-43, sacos de dormir, esterillas, linternas, medicamentos básicos como paracetamol, ibuprofeno o nolotil, material sanitario, mantas, comida en conserva…. Sobre todo productos destinados al ejército ucraniano y a la población civil. “La mayoría de este material se va a destinar a los refugiados que, gracias a los civiles del oeste del país, les están acogiendo en sus casas, ayudando con comida, están haciendo seguridad perimetral en las ciudades, hay muchos voluntarios y se necesita esa ayuda”, explica Andriy.

Puntos de recogida

Los puntos de recogida actuales para esta ayuda humanitaria son el taller de Ju-CAR en la calle Bodegueros, 14, del polígono de la Cerrajera; la nave industrial de la empresa Monocapas Basilio, en la calle Mohorte, parcela 197, del polígono SEPES de la carretera de Motilla (de 19.00 a 21.00 h), y en la parroquia de Santa Ana de 18.30 a 20.30 h. “Hay mucha solidaridad en España”, dice Vasyl. “Si pasa algo en cualquier lugar del mundo, España es solidaria”.