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"Nos mandamos mensajes diciéndonos adiós": el miedo de Olena y sus hijos ante el aumento de la tensión en Ucrania

La ucraniana cuenta, muy asustada, la dura situación que está atravesando encerrada en su casa en una aldea al norte del país

Olena en Ucrania

Madrid

"No sé si será la última vez que pueda grabar un vídeo y mandároslo". Estas son las primeras palabras de Olena, una ucraniana que permanece encerrada en su casa en una aldea al norte del país y que está sufriendo, al igual que muchos, las consecuencias de la invasión rusa.

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La ucraniana cuenta, muy asustada, que son muchos los vehículos militares los que están pasando por pueblos y aldeas aplastando casas, disparando a las ventanas o intentando coger a la gente para utilizarles a la hora de entrar en otras ciudades.

Junto a Olena están sus hijos, por quienes más teme que pueda pasarles algo. "No se que hacer para sobrevivir, quiero que mis hijos vivan, que tengan algo en esta vida después de esta pesadilla", cuenta en la oscuridad.

"Tenía esperanza en que esto lo resolviesen los políticos"

La ucraniana explica que ella pensaba que todo este conflicto entre Rusia y Ucrania acabaría en nada, pero confiesa que "lo que está pasando no se puede ni describir". "Yo tenía tanta esperanza en que esto lo iban resolver los políticos... Y todavía tengo fe en que hagan algo", lamenta.

"La gente en las ciudades lo pasan fatal, van a comprar pan y no hay", explica. Y aunque ella tiene suerte de que en su aldea tengan animales que les proporcionan comida, lamenta que en las ciudades gente como sus padres no tengan nada en los supermercados.

Olena afirma que a los rusos "no les importa si morimos". "Todos los amigos nos mandamos mensajes diciéndonos adiós", confiesa, tratando de transmitir lo duros que están siendo estos días tan críticos. "Espero que nos veamos y, si no, gracias a los que habéis ayudado", concluye, despidiéndose con un "hasta la vista, por el momento".