Un pueblo deshabitado de Cuenca encerrado en un coto privado de caza
Actualmente vallado, Huércemes está ubicado en el término municipal de Paracuellos
Aspecto del barrio de Casas Nuevas en el lugar de Huércemes, en Paracuellos (Cuenca). / Miguel Angel Esteve
Cuenca
Huércemes, un pequeño pueblo deshabitado ubicado en el término municipal de Paracuellos (Cuenca), es actualmente un coto de caza privado, propiedad de la empresa inmobiliaria Tobrasa, con sede en Pozuelo de Alarcón (Madrid). Con orígenes medievales, “este lugar ha sido un señorío perteneciente a los Jaraba, antiguos señores de Campillo de Altobuey y del castillo de Enguídanos”, como explica José Saíz, descendiente de este lugar y actual presidente de la asociación SOS Patrimonio Conquense con quien hemos conversado en Hoy por Hoy Cuenca.
Un pueblo deshabitado de Cuenca encerrado en un coto privado de caza
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Los actuales propietarios adquirieron Huércemes en 1994 y hoy en día permanece vallado por lo que no se puede llegar en coche por los caminos que acceden a este despoblado. Sí permanece abierta una servidumbre a lo largo de la orilla del río Guadazaón que permite llegar a pie.
Un lugar en medio de los pinos
Es este un lugar de pocas casas, nunca tuvo más de 60 habitantes. En el Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de Ultramar de Pascual Madoz redactado en 1847 se cuenta que tenía “siete casas de pobre construcción” y “una ermita aneja de la Iglesia de Paracuellos de donde viene un capellán a decir misa los días de fiesta”. Ya destaca se destaca entonces que “se cría mucha caza de ciervos, venados, tasones, conejos, liebres, perdices y animales dañinos, lobos, zorras y gatos monteses”.
Ermita de Huércemes dependiente de la parroquia de Paracuellos. / Tomás Pedraz Penalva
De gran valor cinético y paisajístico, el lugar de Huércemes se encuentra enclavado en un paraje de monte y bosques de gran belleza entre Paracuellos, Cardenete, Enguídanos y Campillo de Altobuey. El río Guadazaón discurre junto a las casas y sus aguas movían las piedras de un molino. Nunca ha vivido mucha gente en este enclave. Ahora solo quedan casas en ruinas y algunas arregladas como segundas residencias de los propietarios. “Históricamente ahí vivía la gente que llevaban los trabajos del campo y del monte”, explica Saíz. “Normalmente vivía ahí el primogénito de la familia y los demás hijos se expandieron por los pueblos de alrededor”.
El río Guadazaón
Del molino que movían las aguas del Guadazaón queda aún el edificio. “A mediados del siglo XX se llegó a montar allí una pequeña central hidroeléctrica que abastecía de electricidad a Paracuellos”, nos cuenta Saíz. “Los Panadero eran la familia que mantuvieron el oficio de molineros durante siglos y cuyos descendientes siguen viviendo en estos pueblos de alrededor”.
Chorrera en el río Guadazaón en el entorno de Huércemes. / José Saíz
“Ahí el río Guadazaón hace unos meandros encajonados preciosos”, relata Saíz. “Conecta con la vega de Yémeda y avanza hasta la presa del Batanejo. Los parajes son preciosos en medio de una gran vegetación, con campos del cultivo junto a la ribera”.
Caminos cortados
A pesar de las vallas que rodean el lugar, “realmente se puede visitar, al menos caminando”, dice Saíz. “Teóricamente tendrían que tener puertas canadienses porque por ahí pasan caminos históricos como los de Enguídanos, Campillo, Víllora y Paracuellos. En realidad los caminos deberían estar abiertos”.
Paco Auñón
Director y presentador del programa Hoy por Hoy Cuenca. Periodista y locutor conquense que ha desarrollado...
