Juan Antonio Samaranch Jr: "Si mañana se celebrasen los JJOO, no habría atletas de Rusia ni de Bielorrusia"

Madrid

Juan Antonio Samaranch Salisachs 'estrena' cargo como vicepresidente del Comité Olímpico Internacional, y le ha tocado hacerlo en un contexto muy complicado: se ha tenido que enfrentar a la ofensiva rusa sobre Ucrania para conquistar su territorio. Este lunes, el COI emitió un comunicado en el que, en la misma dirección que organismos como la UEFA o la FIFA, recomendó no permitir participar a los atletas de Rusia y Bielorrusia en los Juegos Olímpicos y el resto de competiciones amparadas por este organismo. "En las competiciones de todo el mundo, los atletas, equipos o selecciones de Ucrania no pueden participar por un motivo dramático: están luchando para defenderse. En esas circunstancias, los equipos, atletas y selecciones de Rusia o Bielorrusia… sería injusto que pudieran participar. Es un equilibrio, es complicado, pero desde un punto de vista moral, estamos tranquilos", ha asegurado Samaranch Jr en 'El Larguero', en una entrevista en la que se ha mostrado tajante: "Si mañana se celebrasen los Juegos Olímpicos, no habría atletas ni de Rusia ni de Bielorrusia".

Un placer escucharte, gracias por atendernos. Lo primero, enhorabuena por volver a ese cargo de vicepresidente primero.

Es una gran oportunidad de poder contribuyendo en el movimiento olímpico en este momento tan complicado. Por lo tanto, estoy contento, pero también siento una gran responsabilidad.

¿Costó mucho tomar la decisión ayer de recomendar excluir a deportistas rusos y bielorrusos y también de retirar la orden olímpica a Putin?

No puedo dar una opinión sobre lo que costó, yo salí elegido en la votación para entrar de nuevo en el Comité Olímpico, pero eso no será hasta mayo, por lo que no estuve en esa reunión.

¿Pero estás de acuerdo con la decisión?

Estoy completamente de acuerdo. Ha costado. Ha habido muchísimas consultas, pero se han intentado mantener los ideales olímpicos al máximo y tener en cuenta las circunstancias. Es una decisión muy acertada y extremadamente necesaria.

Esto ha ocurrido justo al acabar los JJOO de invierno de Pekín, al terminar los JJOO de invierno. Ahora están a punto de empezar los Paraolímpicos en Pekín. ¿Te parece una coincidencia que esto pase cuatro días después de terminar los Juegos Olímpicos?

No tengo una opinión sobre si es coincidencia o no. El acuerdo que había por Naciones Unidas, que se tomó por consenso por todos los países miembros de la Asamblea General hace unos meses, implicaba una tregua que llevaba desde antes de la inauguración de los Juegos Olímpicos hasta una semana después de la clausura de los Juegos Paraolímpicos. Sorpresa o no, estamos ante una situación en la que muchos derechos están siendo cercenados, derechos humanos. Y también se ha cercenado ese pacto.

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¿Puede afectar de alguna forma a los Juegos Paraolímpicos?

Este miércoles hay una reunión importante del Comité Paraolímpico Internacional en Pekín. Se celebra a 48 horas de la inauguración. Este propio comité tiene muchas decisiones que tomar. Están analizándolo todo, al detalle, para buscar lo mejor para todos los atletas y gente implicada.

Al final acaba pasando siempre que deporte y política se mezcla. Es inevitable que esto afecte al deporte, ¿no?

Bueno, siempre he dicho que nosotros debemos intentar mantenernos sin una visión política de cualquier conflicto, pero vivimos en un mundo altamente político. Todas nuestras actividades de intentar unir, de intentar, a través del deporte, juntar a gente de regímenes distintos, de religiones distintas… Todos los valores del ideario olímpico los defendemos con uñas y dientes. Pero en estas circunstancias, en una situación de guerra, cuando los atletas de un país soberano, como es Ucrania, no pueden participar en eventos deportivos, es una injusticia que los atletas del país que los causa puedan estar en esas competiciones.

Aunque haya quien piense que esto es una decisión injusta para algunos deportistas. En esto, ser absolutamente justo es muy complicado, ¿no?

Es, como bien dice el comunicado del COI, un tremendo dilema en el que hay que tomar partido y posición. Seguimos defendiendo los ideales de que el mundo olímpico está para unir, sobre todo cuando más tensa es la situación entre países y sociedad. Ahí es más relevante nuestra misión y eso lo queremos seguir manteniendo. Otro principio básico es que no queremos castigar a los atletas por las actuaciones de los dirigentes de sus países, pero hay otro principio que es mantener la justicia en las competiciones. Y repito, en las competiciones de todo el mundo, los atletas, equipos o selecciones de Ucrania no pueden participar por un motivo dramático: están luchando para defenderse. En esas circunstancias, los equipos, atletas y selecciones de Rusia o Bielorrusia… sería injusto que pudieran participar. Es un equilibrio, es complicado, pero desde un punto de vista moral, estamos tranquilos. Nadie está satisfecho, pero hemos tomado las decisiones que teníamos que tomar.

Lo que empezó siendo una decisión más tibia de FIFA, ayer se hizo más contundente. No sé si lo que dice el COI va a ser una recomendación o irá a algo más. Lo que dice el COI es que se recomienda que no participen deportistas rusos y bielorrusos, ¿es suficiente?

No es que sea suficiente, es que no podemos hacer más. No tenemos en este momento ninguna competición bajo la organización del COI, por lo que no podemos ni tenemos potestad en decirle a las distintas federaciones lo que tienen que decidir. Nosotros, siendo ese faro moral que hay en el mundo del deporte, hemos emitido esa idea sin ambages. Por los motivos expuestos en la nota, recomendamos y pedimos por favor que no puedan participar.

Por la proximidad del Mundial de Qatar, la FIFA tiene que tomar decisiones al respecto. Si mañana empezaran los Juegos Olímpicos de París, ¿qué pasaría?

No habría atletas de la federación rusa y bielorrusa participando.

No es la primera vez que ocurriría algo así. Tu padre ya vivió los boicots en los años de la Guerra Fría. ¿Teme qué vayamos hacia algo similar?

Los boicots de los años 80 tienen una naturaleza distinta a la crisis actual. Eran países que, por motivos puramente políticos y por castigar a sus rivales, preferían autoinmolarse y sacrificar a sus atletas con su no asistencia a los Juegos Olímpicos. Aquí es distinto, porque hay países que no pueden ir por estar en guerra. Están defendiendo su casa, y eso tiene que tener la respuesta que estamos dando desde toda la comunidad deportiva internacional. ¿Cómo esto afectará al futuro? Sabemos que lo hará, pero no sabemos cómo. Esperamos que, como todos, esto dé un giro pronto y podamos ver la luz al final del túnel.