Kiev, ciudad sumida por el miedo en un momento crucial
Miles de personas han pasado la noche en la estación central de trenes Kiev ante el temor de que se inicie la gran ofensiva e intentan salir de la ciudad lo antes posible
La fuerza militar ucraniana defiende el norte de Kiev en un puente destruido por los bombardeos
Kiev
El puente Romanov, al norte de Kiev, era uno de los principales accesos a la ciudad pero los bombardeos lo han destruido por completo. Aún así, la falta de comunicaciones está haciendo que algunos viandantes intentan cruzar a pie el río. Mientras cae la nieve, el enviado especial de la Cadena SER a Kiev, Nicolás Castellano, relata con el puente al fondo cómo la fuerza militar ucraniana defiende desde allí el norte de la ciudad cuando los rusos se encuentran ya a pocos kilómetros: "Acabamos de escuchar algunas detonaciones", cuenta al tiempo que pisa los cascotes que hay en el suelo, tal y como ha relatado en Hoy por Hoy.
La ciudad de Kiev está sumida en el miedo ante el temor de que se inicie la gran ofensiva y apenas hay tráfico ni gente por sus calles. En cambio sí hay muchos check points. El tren sigue siendo la única vía de salida segura y la estación central de Kiev se ha vuelto a llenar una noche más de gente que va allí a pasar la noche. Desde que se ha levantado el toque de queda, a las 7 de la mañana, sigue siendo incesante el paseo de familias que sigue buscando un hueco en el tren", explica Nicolás Castellano desde ese punto de la ciudad. Asegura que, a pesar de haber escuchado algunas explosiones, la noche allí ha sido tranquila. La gente ha dormido como ha podido en bancos, el suelo, en los sótanos o las taquillas. La presencia militar, incluso de milicianos, es fuerte en esa estación.
Miles de personas han pasado la noche en la estación central de trenes Kiev ante el temor de que se inicie la gran ofensiva
En esa estación de tren, ha podido hablar con Tatiana. Tiene más de 60 años y cuenta que ha pasado la noche nerviosa, pero feliz porque tiene intención de ir hacia Polonia: "Seguimos vivos y tenemos la oportunidad de seguir huyendo". Olga, de 38 años, volvió a Kiev para acompañar a su hijo de 19 años que, por primera vez, se va a ir a luchar al frente. Acababa de llegar a casa cuando el periodista, que le había acompañado en el viaje, quiso saber cómo estaba: "La noche ha sido fría, pero finalmente he podido ver a mi hijo".
Este lunes, el Kremlin hizo un llamamiento a los vecinos de Kiev para que abandonaran la ciudad, especialmente, los lugares cercanos a las infraestructuras estratégicas, ante un ataque inminente. Más tarde, la torre de telecomunicaciones de la capital recibía el impacto de un cohete y terminaba con la vida de otras cinco personas. Kiev está viviendo horas cruciales en el desenlace de esta ofensiva. Las fuerzas rusas siguen aproximándose al centro de la ciudad.