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Historia

"No se ha vuelto a vivir tan bien como en el Imperio romano, hasta ahora"

Conocemos, de la mano de los arqueólogos Miguel Loza e Ismael García cómo se vivía en época romana en Álava

Debajo de Arkaia duerme toda una ciudad romana. Aunque solo es visible parte de esta zona urbana- Suestatium- lo cierto es que nos encontramos ante uno de los complejos romanos mejor conservado de Álava. Las excavaciones, que inició Ramón Loza en 1976, descubrieron un interesante complejo arquitectónico de los siglos I y II d.C.

Espacio de historia: Suestatium, la Arkaia romana

Visitamos el espacio de la mano de Miguel Loza, responsable de las excavaciones ahora ( y que tomó el relevo de su padre) y con Ismael García, nuestro arqueólogo de cabecera en Cadena SER Vitoria. "Sabemos que había siete tabernas o comercios de los que nos queda la base", señala Loza.

A la izquierda de la zona comercial, puede verse un espacio que ahora se interpreta que pudo ser un ninfeo o fuente monumental relacionado con el culto al agua. " Lo pensamos porque se trata de una zona peraltada con un gran pórtico con grandes dimensiones", añade Loza.

Aunque, sin duda, lo más relevante de Arkaia- y que puede verse en este espacio que nos muestra Loza- son las termas. Se pueden ver los restos de una una edificación en la que se suceden espacios de baño a diferente temperatura (zona fría, templada y caliente) y varias instalaciones más como la zona de vestuarios o los hornos. Las termas fueron lo primero que se encontró en los años 70. "Son unas termas grandes, así que sabemos que son públicas" nos cuenta Loza que nos cuenta cómo "los patricios romanos llevaban a cabo obras e infraestructuras de este tipo para ganarse el favor del pueblo".

Preguntado el arqueólogo por cómo vivían los alaveses en época romana señala que, a grandes rasgos y si no se era esclavo, "vivían bien". "Eran personas que podían tener agua corriente en casa, en algunos casos caliente y consumían, por ejemplo, todo tipo de productos de todo el imperio".

Sobre sus hábitos alimenticios Loza nos cuenta que "comían cosas que para nosotros no serían comibles, como el garum, que se elaboraba con restos de pescado".