"Esto es inadmisible": indignación en redes por un vídeo de varios guardias civiles golpeando a un migrante que acababa de saltar la valla de Melilla
Varios políticos como Pablo Iglesias e Íñigo Errejón ha denunciado las imágenes en Twitter. El ministro del Interior se ha referido a los "dos asaltos con violencia en la valla" y ha expresado su solidaridad con los "más de 50 guardias civiles que han resultado heridos", pero no ha dicho nada del incidente
Madrid
La indignación se ha desatado en las redes después de que haya salido a la luz un vídeo que muestra la actuación policial contra un joven subsahariano que saltó la valla de Melilla. En las imágenes se ve cómo un migrante trata de bajar de la valla fronteriza con dificultad. Abajo le esperan varios agentes de la Guardia Civil que, en cuanto llega al suelo, comienzan a darle porrazos.
El vídeo ha llegado a ser compartido por el exlíder de Podemos y exvicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, y se ha viralizado con extrema rapidez generando indignación.
El diputado de Más País Íñigo Errejón también ha tuiteado el vídeo con un comentario: "Esto es inadmisible. El respeto a los derechos humanos no puede depender de cuál sea tu color de piel".
Apoyo a la Guardia Civil
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, viajará a Melilla este sábado para mostrar el apoyo del Ministerio a los agentes de la Guardia Civil destinados en el perímetro fronterizo con Marruecos, después de dos saltos en 48 horas "muy numerosos y violentos". En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros de este viernes, Marlaska se ha referido a los "dos asaltos con violencia en la valla" y ha expresado su solidaridad con los "más de 50 guardias civiles que han resultado heridos", pero no ha dicho nada del incidente.
"En los dos últimos días hemos tenidos dos asaltos con violencia en la valla", ha dicho Marlaska, al tiempo que ha expresado su "reconocimiento al trabajo importantísimo que desarrolla la Guardia Civil en las fronteras de Europa". "Nos solidarizamos con los más de 50 guardias civiles que han resultado heridos", por una "violencia inusitada" por parte de unas personas equipadas con "garfios, palos y material agresivo hacia los agentes".
La directora general de la Guardia Civil, María Gámez, ha anunciado esta visita en declaraciones a los periodistas durante su viaje a Melilla, en el que el ministro no ha podido acompañarla, y ha dicho que el objetivo es que los agentes sepan que se están resolviendo "estas cuestiones" con sus capacidades y fortalezas.
Control de fronteras
"Vamos a seguir actuando en nuestros compromisos y nuestras responsabilidades en materia de control de fronteras", ha asegurado Gámez, que ha admitido que es "inusual" tanto el número de inmigrantes que han participado en los últimos saltos como "la violencia" empleada, ante los cuales Interior se está "poniendo a la altura de los posibles desafíos".
Para ello, ha avanzado que la Guardia Civil tiene dispuestos "los refuerzos necesarios", concretamente seis equipos de intervención rápida, que supone un incremento de 120 efectivos respecto a las capacidades normales de la Comandancia, los cuales "están llegando esta tarde-noche".
Se ha mostrado en la misma línea respecto a la posibilidad de emplear material antidisturbios para contener los intentos de entrada, como han pedido algunas asociaciones y sindicatos de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, afirmando que emplean "siempre los medios proporcionales a la circunstancia que se da en cada caso", y ajustado a la legalidad.
Refuerzo fronterizo
El Ministerio del Interior reforzará la seguridad del perímetro fronterizo de Melilla con un centenar de agentes de la Guardia Civil y de la Policía Nacional, que llegarán en las próximas horas a la ciudad autónoma que, por segundo día consecutivo, ha sufrido un salto masivo de inmigrantes.
Se trata, según ha informado este jueves la delegada del Gobierno, Sabrina Moh, de dos módulos de intervención rápida (MIR) de la Guardia Civil y una unidad de intervención policial (UIP) de la Policía, que apoyarán a los efectivos desplegados en Melilla.