Kiev sufre el asedio ruso: “Tenemos que unirnos para luchar contra este dictador mentiroso”
Wenceslao, ciudadano ucraniano y traductor de español, llama a la unión de los países europeos para parar la guerra de Putin

Kiev sufre el asedio ruso: “Tenemos que unirnos para luchar contra este dictador mentiroso”
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Madrid
La guerra se recrudece en Ucrania en el noveno día de la invasión rusa. Mientras las tropas del Kremlin intensifican su ofensiva sobre las principales ciudades del país, la población ucraniana que no ha huido del conflicto resiste a duras penas el acoso del ejército vecino. En Kiev se encuentra Wenceslao, traductor de español ucraniano de 30 años, que ha pasado por los micrófonos de La Ventana para trasladar el sentir de sus compatriotas en su momento más oscuro.
Ante todo, Wenceslao dice estar “muy feliz por haber conocido a los periodistas españoles que ayudan a hacer ver al mundo la situación tal y como es”. “Queremos que el mundo sepa la verdad”, añade. Pese a los durísimos ataques que están teniendo lugar en suelo ucraniano, este joven es la viva imagen de la valiente resistencia ucraniana. “Mi nivel de esperanza es de diez”, asegura, “contamos con el apoyo de todo el mundo y nos están dando ayuda militar, financiera y humanitaria. Somos un país pequeño pero Putin nunca se ha enfrentado a una resistencia como esta”.
Además, Wenceslao aprovecha para pedir la protección y la unión de la comunidad internacional, y avanza una advertencia: “Si el mundo no nos protege, mañana van a ir a sus casas. Tenemos que unirnos para luchar contra este dictador mentiroso”. Él aún no ha tomado las armas, asegura estar “haciendo lo posible para contar al mundo hispanohablante lo que está pasando”. Pero no duda de que, de ser necesario, hará lo que haga falta para ayudar al ejército de su país.
Guerra contra la información en las entrañas de Rusia
Además del conflicto bélico que está teniendo lugar dentro de las fronteras ucranianas, se está librando también una guerra contra la información en suelo ruso por parte de las autoridades del Kremlin. En Moscú se encuentra Javier Cuesta, colaborador de la Cadena SER, que asegura estar sufriendo ya las consecuencias de esta represión. “Esto va a toda velocidad”, dice, “la pena máxima por difundir una información que perjudique al ejército es de hasta 15 años, y la mínima puede llegar a una multa de varios miles de euros”.
Los periodistas como Javier están, naturalmente, inquietos ante este tipo de medidas. “Uno de los diputados ha dicho que también afectaría a los extranjeros, no sabemos si va a afectar a los periodistas, pero ya han vetado a varios medios”, explica. En cualquier caso, según ha relatado, elaborar una información es ya muy complicado: “Se puede hablar con la gente, pero muy poca se atreve a responder, y si lo hacen, es con un nombre falso”.




