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La Fiscalía de Manila acusa de asesinato y falsificación de pruebas a tres policías implicados en la muerte de Diego Bello

Reconoce una "evidente premeditación" en el asesinato y desestima la alegación de defensa propia de los policías

Diego Bello, en una imagen en Filipinas cedida por la familia / Diego Bello

Diego Bello, en una imagen en Filipinas cedida por la familia

A Coruña

El departamento de Justicia de Manila ve indicios "abrumadores" para señalar como autores de un delito de asesinato y otro de falsificación de pruebas a los tres policías implicados en la muerte del coruñés Diego Bello, asesinado en Filipinas en enero de 2020.

El departamento ha resuelto así la denuncia presentada por el Gobierno español, a través de la Oficina del Cónsul General de España en Manila, junto con los padres de Diego, en la que se registraban tres delitos: asesinato, falsificación de pruebas y perjurio.

Tras la acusación del NBI Filipino (Buró Nacional de Investigaciones) --organismo que, en España, podría asimilarse a un mix entre la Policía Nacional y la Fiscalía-- a los tres policías implicados en el asesinato de Diego, los investigados tenían hasta el 22 de noviembre para presentar sus alegaciones.

Realizados estos trámites, el Departamento de Justicia ha examinado todas las pruebas, incluidas esas alegaciones, así como 11 testimonios, entre ellos, amigos y vecinos de Diego en la isla de Siargao, su casera, empleados del joven coruñés y también agentes policiales. A esto se suman además el análisis de las pruebas de balística y de la escena del crimen.

Tras todo ello, el departamento ha visto evidencias "abrumadoras" de que los tres agentes --el Capitán Vicente Panuelos, el sargento Ronel Azarcon Pazo y el sargento Nido Boy Esmeralda Cortés-- han cometido delitos de asesinato y falsificación de pruebas.

No así de perjurio, también esgrimido por la acusación, pero respecto del que la Fiscalía ve "falta de causa probable", pese a tener en consideración las alegaciones de los denunciantes.

En cuanto al delito de asesinato, la Fiscalía desmonta la teoría de la defensa propia basándose, por ejemplo, en la cantidad de disparos que recibió Diego Bello --uno de ellos a bocajarro--. Señalan también que el fuego cruzado narrado por los acusados, nunca ocurrió, puesto que el joven coruñés "estaba desarmado en ese momento".

En esta línea, apuntan a que los policías se sirvieron de una "clara superioridad" respecto de la víctima e indican además, que hay pruebas que hablan de una "evidente premeditación" en el asesinato.

Así, explican que los acusados monitorizaron, el día anterior a los hechos, los movimientos de Diego Bello, lo que redunda en la desestimación de la alegación de defensa propia.

En el documento se habla hasta de "conspiración" y, en cuanto a la falsificación de pruebas, acusan a los implicados de colocar, "maliciosamente y a sabiendas", la pistola que supuestamente había utilizado Bello para atacarlos.

La familia, "esperanzada"

El tío de Diego Bello, en declaraciones a Europa Press, ha comentado que la familia se encuentra "esperanzada" ante este "nuevo paso", pero explica que todavía "hay que esperar", dado que es el juez el que debe decidir si finalmente abre un proceso judicial en contra de los tres acusados.

Aún con cautela, están "satisfechos" con el informe que "desmonta por punto" lo defendido por los policías implicados en la muerte de Diego. Con todo, no comprenden la desestimación del delito de perjurio, "puesto que está clara la mentira si se falsifican pruebas".

El tío de Diego asegura que, si bien la idea continúa siendo asistir al juicio si este se celebra, se ceñirán a lo que les recomienden sus abogados. En caso de que el juez no vea indicios para la apertura de la causa, asegura que seguirán "ahí, luchando" y buscarán "nuevas vías" para "seguir adelante".

 
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