Los trabajadores de Alu Ibérica acusan a Alcoa de intentar que abandonen sus denuncias

A Coruña

El comité de empresa de Alu Ibérica considera un chantaje el comunicado de Alcoa que ofrece llegar a un acuerdo para pagar indemnizaciones por despido a todos los trabajadores de su antigua factoría en A Coruña. Acusan a la multinacional de intentar que abandonen sus denuncias de mala praxis ante el avance de la investigación de la Audiencia Nacional. Reiteran que la salida real al conflicto es que Alcoa recupere la actividad de las factorías de A Coruña y Avilés y vuelva a producirse aluminio primario en España en un contexto de aumento de la demanda internacional de ese producto. Se sienten abandonados por el gobierno central y la Xunta ante la estrategia de Alcoa que sólo pretendía, a su juicio, eliminar un competidor y fijar unos precios desorbitados por un producto esencial.

El Presidente del comité de empresa, Juan Carlos Corbacho, señala que, a pesar de lo comunicado por la multinacional, Alcoa no ha accedido a sentarse con los trabajadores y ha enviado propuestas a sus abogados y al administrador judicial. La propuesta de la multinacional sería que se les exculpara a cambio de indemnizar a la plantilla. Ellos quieren el apoyo del gobierno central para que presione a Alcoa y se haga cargo de nuevo de la planta o se vaya a la intervención pública de las instalaciones.

Piden que Alcoa negocie directamente con ellos para buscar una salida tanto a los procesos judiciales en marcha, que creen que está perdiendo, como a su futuro. Aseguran que la factoría de A Coruña tendría capacidad y carga de trabajo para generar 500 empleos directos y otros tantos a través de subcontratas.

En un comunicado conjunto, los comités de Alu Ibérica de A Coruña y Avilés acusan a Alcoa de graves incumplimientos. Exigen a la firma norteamericana del aluminio que retrotraiga toda la operación de venta de las fábricas. En una carta dirigida al presidente de Alcoa en España, ambos comités responsabilizan a Alcoa de la ausencia de inversiones en las factorías a pesar de los compromisos contraídos y de no respetar las garantías laborales. Recuerdan que la multinacional tenía la obligación de vigilar que Parter Capital Group cumpliese todos los acuerdos alcanzados en la mesa de negociación.