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'The Batman': Robert Pattinson resetea el personaje con una versión más oscura, siniestra y pesimista

Matt Reeves propone un thriller policíaco, un neo-noir de tono setentero que bebe de 'El caballero oscuro' y hasta cierto punto de Fincher. El actor encaja en esta visión antisocial y atormentada de un Batman que no se quita el traje

Robert Pattinson, un Batman más oscuro, siniestro y pesimista

Robert Pattinson, un Batman más oscuro, siniestro y pesimista

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Madrid

El cine moderno mostró a Batman por primera vez en 1989. A la versión gótica de Tim Burton y Michael Keaton le siguieron las irregulares entregas de Joel Schumacher, primero con Val Kilmer y luego con el mismísimo George Clooney. Ya en el siglo XXI Christopher Nolan cambiaría para siempre el cine de superhéroes con su trilogía de ‘El caballero oscuro' con Christian Bale, un referente por su enfoque hiperrealista y su dimensión política. Después Ben Affleck se puso el traje en las películas grupales de Zack Snyder y ahora la historia del hombre murciélago vuelve a reiniciarse con Matt Reeves en la dirección y con Robert Pattinson de protagonista. El reto era mayúsculo pero el nuevo Batman está a la altura de las expectativas.

Este Batman es más un detective que un superhéroe, un hombre atormentado y taciturno al que la policía trata como un bicho raro. "Esta vez no es más que un tipo con traje al que no llaman Batman siquiera. Incluso la policía piensa que es un freak, la gente de Gotham no piensa que vaya a salvarlos, es un síntoma de lo mal que está la ciudad, de hecho él aterra a los ciudadanos”, explica el actor en conversación con la Cadena SER. Más oscuro, violento y vengativo, es un Batman dominado por la ira y la impotencia, la del niño traumatizado por la muerte de sus padres que también ajusta cuentas con un pasado idealizado.

Un Batman que apenas se quita el traje, no hay rastro de Bruce Wayne, no existe esa dualidad…Ni trajes caros, ni galas de playboy, ni fiestas, es un Batman currante obsesionado con descifrar los asesinatos de gobernantes corruptos de la ciudad. Robert Pattinson encaja a la perfección en esta versión gélida, atormentada, antisocial y casi vampírica -tiene su gracia del que fue estrella por la saga Crepúsculo- del personaje. Matt Reeves compone un thriller psicológico de detectives donde el villano, el Enigma al que da vida Paul Dano, siempre va un paso por delante con su juego de acertijos.

“No solo es el bien y el mal y proteger el status quo, el héroe siente la presión porque este personaje está ejecutando a gente para acabar con la corrupción. Es como una saga de crímenes y mafiosos que explora las zonas grises”, analiza Dano. Sus únicos aliados en esta ocasión son el intachable comisario Gordon, al que interpreta Jeffrey Wright, y Selina, la naciente Catwoman de Zoe Kravitz. "Les conocemos en un momento muy interesante, solo dos años desde que lleva ejerciendo de Batman. No es un héroe en realidad, porque no lo aceptan ni la policía ni la gente. También vemos cómo ha conocido a Selina antes de ser Catwoman. Es un estudio de personaje que no se ha hecho hasta ahora y creo que no hemos visto este lado de los personajes todavía", insiste la actriz. Impulsiva, sensual, ingeniosa, la actriz participa de forma intermitente para remover a nuestro héroe alicaído.

&#039;The Batman&#039; | Entrevista a Robert Pattinson y Zoe Kravitz

Matt Reeves, director conocido por las secuelas contemporáneas de El planeta de los simios, opta por un neo-noir de textura setentera que bebe de El caballero oscuro pero también, y hasta cierto punto, del cine de David Fincher, de la atmósfera y laberintos de Seven y Zodiac, sin su profundidad. A este Batman le interesa más el thriller policial, el cine negro, que la acción, pero como buena cinta de superhéroes se reserva una espectacular persecución y un tramo final lleno de épica y grandilocuencia que desentona con el estilo recogido del inicio de la película. En su conjunto, Reeves consigue lo más difícil, resetear este personaje, darle un nuevo horizonte y tono, y componer varios planos, deliberadamente buscados, que serán icónicos para la legión de fans. Todos contentos.

En cierto sentido, este Batman también sigue la estela abierta por Joker, con una visión pesimista del mundo de hoy, con una visión ambigua de la ideología del villano, entre un vengador de clase y un incel populista. "En la película está presente la confusión sobre cómo hacer que las cosas sean mejores, todo el mundo piensa que es un héroe en esta historia y eso es lo que hace Batman, pero además, los villanos tienen complejidad tienen su historia de fondo que nos acerca a ellos, aunque alguno está un poco más loco", explica Pattinson. De alguna manera, la conexión con el villano está siendo una constante que hila el cine de Nolan con el de Todd Phillips: una identificación con los propósitos del que se convierte en malo. "Yo me identifico con ellos", asegura Zoe Kravitz. "Siempre dices que te identificas con los malos, pero es que no hay malos como tal en Batman", insiste su compañero de reparto. "Quiero decir, que cuando ves el Joker no quieres que acaben con él, quieres más y más. Es raro, pero por eso lo digo", zanja la conversación la actriz.

Se habla de corrupción, el gran mal contra el que lucha Batman desde los orígenes del personaje, de políticos tiranos al servicio de mafiosos, se habla del hartazgo y desesperanza de la gente, de populismo y fake news, de crispación y asaltos promovidos desde las redes sociales ¿Les suena, no? "No solo se ve lo que pasa en las redes sociales, sino mucho más. Es por lo que yo creo que a la gente le gusta este universo, porque refleja la complejidad de lo que es estar vivo, las áreas grises entre el blanco y negro, que hablan del bien y del mal. Por eso se hacen estas películas una y otra vez, porque reflejan el momento actual”, añade Kravitz.

Mención especial en este apartado para los mafiosos de John Turturro y un irreconocible Colin Farrell, que completan un gran reparto en esta incursión sórdida y siniestra en la psique de Batman. El resultado final es un Batman que opera como un Sherlock Holmes perturbado y nihilista en mitad del caos de nuestro tiempo, un Batman nuevo a partir de lo viejo que resulta atractivo pese a los vaivenes del guion y a un metraje excesivo. Prepárense para las tres horas.

 
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