La guerra en Ucrania está dejando millones de desplazados en las fronteras y los testimonios de quienes huyen en busca de un lugar seguro son sobrecogedores. La historia de Emma, una bebé de cinco meses, está conmocionando al mundo entero. Su madre, Julia, intenta escapar de Irpin, una ciudad ucraniana que ha sido devastada por las fuerzas rusas. Julia huye con su pequeña y su marido, y asegura que «es muy muy duro» lo que están viviendo. «No podemos dormir, no podemos comer, lo único que esperamos es despertarnos a la mañana siguiente. No sé que decir», le cuenta al enviado especial de la Cadena SER, Nicolás Castellano. Con lágrimas en los ojos y visiblemente angustiada, relata que antes de la invasión, su vida era perfecta. «Antes de la baja de maternidad era coordinadora de un departamento en una empresa de tecnología. Mi marido también trabajaba de lo mismo. Es que teníamos una vida perfecta en Irpin, es una ciudad preciosa», cuenta. A Julia le duele ver la ciudad destruida por los bombardeos que han arrasado plazas, parques o viviendas, y ha quedado en ruinas. « A Irpin se le conoce como la ciudad de los niños porque es fantástica y está llena de parques, pero ahora es todo ruinas. Es duro, muy duro», concluye.