"Me afectó la pandemia, me di cuenta de que no tenía a nadie a mi alrededor": la soledad también es cosa de jóvenes
Más de 200 adolescentes forman parte del plan de Soledad No Deseada del Ayuntamiento de Madrid
"Me afectó la pandemia, me di cuenta de que no tenía a nadie a mi alrededor": la soledad también es cosa de jóvenes
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Madrid
Ashley tiene 15 años. Vive con su familia, tiene algunos conocidos y aparentemente no le falta de nada. Aun así, se siente sola. El suyo no es un sentimiento aislado. Cada vez son más los jóvenes que se enfrentan a esta realidad. La timidez para relacionarse, las altas expectativas que crean las redes sociales o el abuso de las nuevas tecnologías son algunos de los principales detonantes. El plan de Soledad No Deseada (SND), que puso en marcha el Ayuntamiento de Madrid hace ahora un año, identifica y trabaja con personas que presentan graves problemas de soledad. Hasta el momento, son más de 200 los jóvenes que se han sumado al proyecto.
La soledad que siente Ashley no es reciente. Lleva años sintiéndose así, pero la pandemia supuso un punto de inflexión. "Me afectó mucho. Yo solía salir para estar activa y ese encierro me hizo darme cuenta de que nadie me escribía al teléfono, de que no tenía comunicación con nadie. No tengo a nadie a mi alrededor, nadie me ayuda. Lo pasé muy mal", confiesa. Los profesionales que trabajan con estos chicos coinciden en que la prevalencia del sentimiento de soledad en adolescentes no es algo nuevo, pero que la llegada de la covid y el confinamiento lo ha agravado.
Eugenia Díaz, educadora social en el Centro Joven de Madrid Salud, trata a diario con adolescentes de 14 a 24 años. El perfil del solicitante de ayuda es variado, aunque la mayoría presentan rasgos similares. "Son gente tímida, que durante la pandemia han sufrido el estar encerrados y, sobre todo, no han tenido una red de amigos con las que tener conversaciones, poder desahogarse", explica. El Plan de Soledad No Deseada, en el que trabaja Díaz, es una estrategia que funciona desde 2021 y cuyo objetivo era ayudar a prevenir e identificar a personas que padecen casos graves de soledad.
Una de las actividades que lleva a cabo el Centro Joven de Madrid Salud es organizar grupos de apoyo mutuo y otras actividades —como alternativas de ocio saludables o talleres intergeneracionales— para adolescentes y, en general, para personas que se sienten solos. Ahora mismo hay 14 participantes, pero por el alto volumen de demanda, dice Díaz, se está pensando en abrir más espacios de ayuda. En este grupo se conocieron Ashley, Daniela, Álex y Patricia. Todos ellos tienen historias diferentes, pero un nexo de unión: sufren un sentimiento de soledad que no desean, ni han elegido voluntariamente.
A Daniela, de 18 años, su mundo le dio un vuelco cuando su madre le dijo hace tres años que dejarían Perú, su país natal, para empezar de cero en España. "Fue una idea loca de mi madre", recuerda. Al principio, esta joven, que tenía 15 años, lo vio como una buena oportunidad: "Pensé 'buah, España, increíble, voy a conocer a gente', pero nadie me avisó de que tener amigos y adaptarme iba a tener un coste, que tenía que pasar un año entero sin amigos, llorando en casa y sola". A ella la pandemia también le complicó la adaptación. Y cuando acabó el confinamiento, las redes sociales tampoco le ayudaron demasiado. "Veía las historias de Instagram, miraba que todo el mundo estaba de fiesta y yo en mi casa, triste y llorando porque me sentía sola", lamenta.
Las redes sociales se convierten en un arma de doble filo para estos chicos. Por un lado, crean altas expectativas de sociabilidad, por otro, como apunta Eugenia Díaz, pueden ahondar en el aislamiento y exclusión de estos jóvenes. Álex, de 22 años, también es consciente de los riesgos de estas plataformas. "Las redes sociales llegan a dañarte en algún momento. Hay mucha falsedad", apunta. Ashley, por su parte, resalta que "al fin y al cabo los seguidores o likes que tengas no es la gente en la que puedas confiar. Puedes tener 10.000 ó 100.000 seguidores, pero al final si no tienes a alguien en quien confiar y no poder ser tú, no sirve de nada".
Prevención con educación
La clave para prevenirlo a tiempo e identificar casos graves antes de que se cronifiquen y deriven en enfermedades de salud mental, como ansiedad o depresión, es la educación. Entrar en colegios e institutos, visibilizar que los jóvenes también sufren soledad es ahora el principal objetivo de la estrategia de SND. Patricia Pozo, agente de zona del proyecto, explica que están acudiendo a "los colegios a hacer talleres de sensibilización, de que la soledad no deseada existe, que no solo la sufren personas mayores, sino que estudios recientes demuestran que las edades que más sienten este sentimiento son los adolescentes". Pozo apunta que "muchas personas se encuentran en esa situación, pero no se identifican", no saben ponerle nombre a lo que les pasa.
Patricia, de 22 años, sufrió esa falta de información y atención personalizada en el colegio. Ella se define a sí misma como una persona "muy tímida" y reconoce que esta característica le hizo "no tener amigos". Por eso, en su centro de estudios siempre solía estar hablando con los profesores. Ellos identificaron que algo no iba bien, pero no consiguieron ir a la raíz del problema. "Hablaron con mis padres, les dijeron que necesitaba algo de compañía y esa compañía fue un animal. Un gato. Más o menos así en casa estaba bien", recuerda. Aunque el sentimiento de soledad seguía presente.
Álex está convencido de que los grupos de apoyo mutuo "podrían estar llenos de miles de personas, pero que no dan el paso a solicitar ayuda. Solo es cuestión de que lo den y se sientan mejor". A él le sorprende que en una ciudad como Madrid, llena de oportunidades, "haya tanta soledad, porque cuanta más gente hay, más solo te sientes". Todos estos jóvenes reconocen que tras asistir al grupo de apoyo su vida ha cambiado, ahora tienen en quién confiar, ven una salida. "Todo el mundo ha sentido soledad alguna vez, por más dinero que tengas la soledad va a estar presente. Solo tienes que aprender a llevarla y, sí, pedir ayuda", reflexiona Álex.
Minerva Marcos López
Periodista en la sección digital de la SER. Antes en Radio Madrid, el programa 'Hoy por Hoy' y en la...